Bolivia y Venezuela

Bolivia y Venezuela

LA PAZ, (AFP) .- Venezuela ingresará de lleno en el negocio hidrocarburífero en Bolivia, donde operan desde hace una década transnacionales de Brasil, Estados Unidos y Europa, informó el ministro de Petróleos Andrés Soliz, quien destacó las condiciones “favorables” para su país de este nuevo socio.

Quinto productor mundial de crudo y cuarto proveedor de Estados Unidos con un 1,5 millones de barriles diarios, Venezuela explorará, por medio de su empresa estatal PDVSA, gas y petróleo en Bolivia, que posee la segunda reserva gasífera de Sudamérica.

Los presidentes Evo Morales y Hugo Chávez firmarán el jueves próximo en el cocalero Chapare boliviano una serie de acuerdos que abarcan varios rubros, como exploración, perforación, producción, comercialización y la construcción de plantas de separación de líquidos, de fabricación de resina y de asfalto.

Soliz adelantó que Morales y Chávez suscribirán “contratos para la exploración de campos hidrocarburíferos”, en condiciones altamente favorables a Bolivia.

Según el ministro, Venezuela solicitó una participación de entre y 5 y 10% de réditos eventuales. “‘Nos da vergüenza’, dicen los venezolanos, ‘ganar tanto dinero, le pondremos 95 a 5% a favor de YPFB (la compañía estatal boliviana) para que esa utilidad potencie a Yacimientos”, parafraseó Soliz, al ilustrar las ventajas del negocio propuesto por Caracas.

Bolivia tiene una reserva de 1,55 billones de m3 de gas y produce marginalmente un promedio de 15.000 barriles de crudo al día.

En asociación con YPFB, PDVSA ha proyectado asimismo la construcción de dos plantas de industrialización de gas, que se agregan a las únicas dos refinerías en Bolivia, Palmasola y Gualberto Villarroel, operadas por la brasileña Petrobras y cuyo control accionario será retomado por el Estado. Soliz señaló la importancia de plantas que permitan industrializar el gas.

“Se va a instalar una planta de extracción de líquidos cerca de la planta de Palmasola (centro), evitando que Bolivia siga vendiendo al Brasil gas rico, en lugar de separar (líquidos del gas)”, precisó el ministro boliviano.

Brasil compra un promedio de 25 millones diarios de m3 de gas boliviano, volumen equivalente a 8% del consumo nacional de energía o al 73% del energético que absorbe el industrializado estado de Sao Paulo.

El consorcio YPFB-PDVSA proyecta también la instalación de otra planta en Villamontes, en la frontera boliviano-paraguaya.

Ambas, que serían concluidas en un plazo de seis meses, serán operadas por técnicos bolivianos capacitados en Venezuela. “Van a viajar a Caracas 200 jóvenes bolivianos para capacitarse en el manejo petroquímico de las plantas”, anunció Soliz.

El ingreso de PDVSA a Bolivia se produce en momentos en que el gobierno de Brasilia comunicó su decisión de acatar la nacionalización de hidrocarburos, dispuesta por Morales el 1 de mayo.

El acuerdo YPFB-PDVSA envuelve, asimismo, la posibilidad de montar, con asesoramente y logística venezolanos una fábrica de asfalto en el distrito central de Cochabamba y una importación de 200.000 barriles de diésel (gasóil) venezolano.

El entendimiento también prevé la instalación de estaciones de servicio en Bolivia, donde Petrobras ha desplegado al menos un centenar de puntos de servicio.

“YPFB y PDVSA pondrán estaciones de servicio modernas en todo el país”, con una serie de servicios accesorios, proclamó Soliz.

La administración del presidente Chávez, acusado por medios brasileños de incitar tras bambalinas a la nacionalización de los petróleos bolivianos y por el mismo gobierno de Brasilia de atentar contra la integración sudamericana, anunció, en este marco, una donación de 2 millones de dólares para asfaltar una carretera en el Chapare.

“La intencionalidad de Venezuela es lograr una alternativa a la presencia dominante de Estados Unidos” en la región, esgrimió el funcionario boliviano.

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