Bomba latina en Estados Unidos

<STRONG>Bomba latina en Estados Unidos</STRONG>

Explotó una bomba sí, pero demográfica, en las recién concluidas elecciones del día 6 de noviembre. El resultado de las mismas y el efecto e impacto tanto del voto latino – ¿por qué hispano? – como de los candidatos de ese origen, muestran un cambio trascendente de la realidad étnica y geopolítica de los Estados Unidos.

En el Congreso Federal que entrará en funciones en enero del 2013 se sentarán 31 legisladores latinos. De ellos, 28 en la Cámara Baja y tres en el Senado. Por filiación partidaria, entre los Representantes 23 son demócratas y cinco republicanos, pero en el Senado los tres cubanos presentes ahora dos son republicanos y uno – Bob Meléndez por New Jersey, uno de los senadores más respetados e influyentes, demócrata-. A nivel de los congresos estatales, el número de latinos ascenderá a 276 legisladores: 70 senadores estatales y 206 representantes, entre estos la dominicana Gabriela Rosa. Se destaca que esa proyección latina se dio incluso en estados donde los latinos no son mayoría. Evidentemente se han sabido insertar bien en la idiosincrasia estadounidense.

En Estados Unidos se estima que la población latina es ya de más de 50 millones de individuos, representando el 16% de la población. Los que tienen derecho al voto por ser ciudadanos, por nacimiento o naturalización, tuvieron un peso del 10% en las elecciones del día 6; de ellos 71% votó por Obama y el 27% por Romney – el resto no declaró cuál fue su preferencia -. En consecuencia, en una votación tan reñida como la que se registró, el voto de los latinos fue decisivo. Se puede afirmar que en el 2012 el factor más importante en la elección no fue la crisis económica ni la política exterior sino la demografía. Los republicanos no lo tomaron en consideración y lo pagaron caro. Según el analista de la NBC, Chuck Todd: “Lo que pasó fue que la bomba de tiempo demográfica, que ya tenía tiempo en marcha, explotó en las caras de los republicanos”. El Washington Post, por su parte, comentó: “El partido apunta cada vez más a los blancos, mientras en el país cada vez hay menos blancos”. Obama obtuvo solo el 39 % del voto de los blancos (72% del electorado), 93% del voto negro (13% del padrón electoral), 71% de los latinos (10% nacional) y 73% de los de origen asiático (3% del voto nacional). 

Algo muy relevante es el cambio que se ha operado en el voto cubano en La Florida, tradicionalmente republicano, y ahora se volcó hacia el demócrata Obama, reflejando un cambio generacional que seguramente tendrá impacto futuro sobre los candidatos republicanos tradicionales a la Cámara de Representantes y en las decisiones políticas sobre Cuba.

Un análisis más amplio sobre el peso de los latinos hace pensar que si los partidos mayoritarios no los endulzan más, quizás un candidato presidencial, podríamos llegar a ver un partido político latino. No es imposible.

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