Kabul, (AP).- Un soldado estadounidense y uno canadiense murieron en distintas explosiones en el sur de Afganistán, dijeron fuentes oficiales el viernes, lo que elevó a nueve la cifra de soldados extranjeros muertos en la víspera en el país.

El mismo día, un coche bomba mató a seis soldados italianos en Kabul, y un soldado de la OTAN murió de heridas sufridas en un ataque previo, aumentando el saldo del año más mortífero hasta ahora para las tropas internacionales.

El renacido Talibán incrementó este año sus ataques antes de los comicios presidenciales del mes pasado en medio del arribo de un contingente extra de 21.000 soldados norteamericanos. El grupo islámico tiene un gobierno virtual en el sur y lanza ataques guerrilleros en todas partes.

En Roma, el primer ministro Silvio Berlusconi dijo que Italia desea analizar una «estrategia de transición» en Afganistán para transferir las labores de seguridad a las fuerzas afganas y permitir a los soldados extranjeros retirarse paulatinamente del país.

Agregó que Italia sigue decidida a defender la democracia en Afganistán, «que dista mucho de ser un país civilizado y moderno».

Empero, aclaró que los aliados internacionales debe elaborar una «estrategia de transición a fin de transferir más responsabilidades al nuevo gobierno» afgano. Agregó que la transferencia de las labores de seguridad a las fuerzas afganas estará ligada a la disminución de la tropa internacional.

La portavoz militar estadounidense capitán Elizabeth Mathias dijo que el soldado norteamericano murió cuando una bomba estalló al paso de su caravana de patrulla. Mathias no dio el nombre del soldado.

En tanto, el brigadier general de la fuerza canadiense Jonathan Vance dijo que el soldado Jonathan Couturier, de 23 años, murió en circunstancias similares cuando regresaba de una misión para destruir arsenales de armas del Talibán en la provincia de Kandahar, en el sur.

Bombas plantadas en caminos con una de las armas principales empleadas por los extremistas y causan la mayoría de las bajas de las tropas occidentales.

Luego del ataque con el coche bomba el jueves en Kabul, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi dijo que sería mejor que las tropas internacionales se retirasen pronto de Afganistán. Fue el peor día para los italianos en el conflicto, pero a los afganos les fue mucho peor: 10 murieron y más de 50 resultaron heridos.

La bomba dejó un cráter de un metro de profundidad y casi dos de diámetro. El viernes, hombres afganos se congregaron junto al cráter, en una importante vía entre la capital y el aeropuerto, y lamentaron las muertes de vecinos y familiares.

Ghulam Sakhi dijo que dos tenderos a ambos lados de su taller de carpintería estaban entre los muertos en el cuarto mayor ataque en la capital en cinco semanas.