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SAN JUAN. EFE. El incendio declarado la madrugada del pasado viernes en la refinería de la compañía Caribbean Petroleum Corporation (Copeco) de Cataño, localidad situada a unos diez kilómetros de San Juan, está extinguido, anunció ayer el gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño.
El jefe del Ejecutivo señaló que todos los tanques de combustible de la refinería afectados por el incendio están ya apagados, aunque aclaró que unidades de Bomberos se mantendrán en las instalaciones en labores de enfriamiento durante los próximos días.
El peligro ya pasó, dijo Fortuño, tras explicar que las consecuencias para el medioambiente del incendio han sido prácticamente nulas, a excepción de pequeños daños registrados en unos humedales cercanos a la refinería.
Fortuño aseguró, además, que los últimos análisis realizados para determinar la calidad del aire mostraron que el ambiente del área metropolitana de San Juan es bueno, recogiéndose menos partículas contaminadas que en la jornada de ayer.
En cuanto al suministro de combustible, subrayó que no habrá problemas de abastecimiento y que hay reservas de gasolina y diesel para los próximos 24 días.
El gobernador resaltó que tanto los aeropuertos internacionales como los principales muelles de la isla están a pleno funcionamiento. Fortuño indicó que el la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la policía puertorriqueña continúan la investigación, aunque no dio detalles sobre posibles causas del incendio.En relación a ese asunto, el jefe de la Policía de Puerto Rico, José Figueroa Sancha, explicó que hoy mantuvo una reunión con directivos de la compañía propietaria de la refinería, que, en sus palabras, mostraron su total disposición para ayudar en la investigación.
21 tanques
El fuego consumió el combustible de 21 de los 40 tanques del centro de almacenaje en Bayamón. Fortuño destacó que las escuelas y oficinas que se vieron afectadas por la emergencia también volverían a operar con normalidad, cuando se esperaba que comenzaran los trabajos de reconstrucción en algunas casas de comunidades aledañas que sufrieron daños por la potente explosión.
