La situación por la que atraviesan los bomberos en los pueblos es sumamente precaria, ya que muchos apenas reciben mil 500 pesos mensuales como salario; trabajan a manos peladas, sin seguros de salud y de vida, a pesar del servicio que ofrecen a la sociedad.
Así lo manifestó el general Rafael Mejía Lluberes, comandante de la Federación Nacional Real de Ayuda a los Cuerpos de Bomberos e Intendente General, con motivo del Día del Bombero, previo a una misa en la iglesia Las Mercedes, en la Ciudad Colonial.
Consideró que los bomberos tienen que ser incluidos en el seguro de vida, de accidentes; recibir sueldos justos y viviendas.
Dijo que las limitaciones y precariedades en las que se desenvuelven los cuerpos de bomberos impiden una labor eficiente, y pone en peligro a sus miembros cuando son llamados a cubrir emergencias.
“Estos hombres y mujeres que prestan una labor tan humana deben ser respetados y considerados, así como se escucha la sirena cuando acuden a llamadas de emergencia”, expuso.
Señaló que la falta de camiones modernos, equipos para combatir fuego, así como de otras herramientas necesarias para trabajar, no permiten la materialización de un trabajo rápido y eficiente.