Bonds busca en Milwaukee su jonrón 700

Bonds busca en Milwaukee su jonrón 700

SAN FRANCISCO (AP).- Barry Bonds siempre prefiere alcanzar sus hitos en casa. Pero con sus Gigantes de San Francisco jugando como visitantes ante los Cerveceros en Milwaukee, alcanzar su 700 cuadrangular en la ciudad en la que Hank Aaron comenzó su copiosa cosecha de jonrones sería algo especial.

Luego de batear su vuelacercas 699 en su último turno al bate el domingo en Arizona, Bonds va a tener su primera oportunidad de alcanzar 700 el martes en la noche, cuando los Gigantes inicien su serie frente a los Cerveceros.

«Eso sería lindo»», dijo Bonds. «Veremos qué pasa. Yo tengo que concentrarme en el próximo partido con Milwaukee… No sé lo que va a pasar»».

Los Cerveceros abrirán el primer juego de la serie con Doug Davis, y el zurdo es uno de 414 lanzadores que han permitido al menos un jonrón a Bonds en sus 19 años de carrera. El pelotero tiene un cuadrangular en tres turnos y dos boletos ante Davis.

Pese a lo difícil que ha sido para Bonds ver lanzamientos bateables en las últimas semanas, el toletero está concentrado en la contienda por el comodín, que los Gigantes encabezan. Bonds sigue recordando a todos que sus logros van a significar menos para él si nunca gana una Serie Mundial.

Los Gigantes quedaron a seis outs de ese objetivo en el 2002, perdiendo ante Anaheim en siete juegos.

«Lo emocionante es que aún estamos en la pelea y ustedes (los periodistas) pronosticaron que íbamos a terminar penúltimos. Eso es una satisfacción»», dijo.

Es tercero en la lista de jonroneros de todos los tiempos, detrás de Babe Ruth (714) y Aaron, que bateó 420 de sus 755 cuando jugaba con Milwaukee.

Bonds tiene 41 cuadrangulares esta campaña, pero batear uno se está volviendo cada vez más difícil, porque prácticamente nadie le pitchea. El domingo recibió dos boletos y lleva 203 en el año.

El toletero ha estado tan ocupado respondiendo a preguntas sobre sus jonrones que es como si todo el mundo se hubiese olvidado acerca del escándalo de esteroides que le rodeaba a inicios de la temporada.

Su entrenador y amigo personal, Greg Anderson, es uno de cuatro hombres acusados de formar una red de distribución de esteroides que de acuerdo a fiscales federales suministró esos suplementos a deportistas profesionales. Los acusados se han declarado inocentes.

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