Buenos Aires (Argentina), 17/07/2020.- A handout photo made available by the office of Argentina's presidency shows Argentinian President Alberto Fernandez addressing the public as he announces an extension to the mandatory quarantine imposed in a bid to curb the spread of the pandemic COVID-19 disease caused by the SARS-CoV-coronavirus. EFE/EPA/ARGENTINIAN PRESIDENCY HANDOUT HANDOUT EDITORIAL USE ONLY/NO SALES
Los tres grandes grupos de bonistas rechazaron la última y supuestamente definitiva oferta del Gobierno de Buenos Aires sobre la renegociación de la deuda.
Estos acreedores presentaron una propuesta alternativa que, según ellos, “representa importantes concesiones económicas y legales”.
Por primera vez desde el inicio del proceso, en febrero, los principales tenedores de bonos en dólares forman un bloque.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, respondió que los acreedores no entendían “las restricciones que enfrenta la Argentina”.
En estas negociaciones está en juego la reestructuración de 65,000 millones de dólares, dentro de una deuda global que ronda los 320,000 millones de dólares y supone el 90% del Producto Interior Bruto argentino.
El desenlace resulta crucial porque un acuerdo permitiría a Argentina acceder a los mercados internacionales de crédito; si el país permaneciera en el default (suspensión de pagos) en que incurre desde el 22 de mayo, no tendría muchas más opciones que seguir financiándose mediante la impresión de billetes.
Las dos imprentas de moneda argentinas trabajan actualmente 24 horas al día pero su producción resulta insuficiente.
El Gobierno argentino ha ofrecido contratos a otros países para que ayuden a fabricar pesos.
Horas antes de que los tres grandes grupos de acreedores (Ad Hoc, Comité y Exchange) dijeran que la última oferta no era aceptable, el diario Financial Times publicó una entrevista con Alberto Fernández en la que el presidente argentino afirmaba que no podía realizar más concesiones.
“Pondríamos en peligro nuestra capacidad de cumplir el compromiso, y yo no quiero estafar a nadie”.
En términos parecidos se expresó Guzmán después se publicara propuesta de los bonistas. Dijo que la oferta que presentó a principios de mes suponía “nuestro máximo esfuerzo”.