Bono escolar

Bono escolar

El único país del mundo que el suscrito tenga conocimiento en que se dispensa un doble sueldo en diciembre y un desayuno escolar gubernamental es el nuestro. Bonos conceden las empresas al término del año fiscal en abril.

Porque como reiteraba nuestro gigante internacionalista Manuel Arturo Peña Batl1e (Chilo para sus familiares y amigos), el nuestro es un país insólito.

El ministro de Educación, Melanio Paredes, ha suspendido por tiempo indefinido nueva vez, el desayuno escolar, argumentando ineficiencias logísticas en los proveedores de los alimentos que lo integran, jugos, leche y pan.

Comprobado está que hay seres humanos alérgicos a la lactosa, y eso es lo que ha acontecido en los casos de intoxicación y los primeros culpables son los padres que conocen que sus hijos no pueden ingerir leche con lactosa y lo permiten para agigantar un problema minúsculo.

El presidente Leonel Fernández ha implementado los sistemas de ayuda social conocidos como Bono-gas, Bono-Chofer, Bono-luz y debiera, ya, implementar el Bono Escolar, asignado a los alumnos de las escuelas públicas donde se distribuye el desayuno escolar añadiéndole el y/o de la madre, porque los menores no pueden cambiar cheques. Así los menores procurarían con sus Padres el Bono Escolar en sus escuelas y consumirían estrictamente los alimentos consignados en los colmados más cercanos a sus hogares, porque a las escuelas no se va a comer, sino a aprender y lo primero se hace en el hogar, antes de acudir a la docencia. Elemental.

Un pan, medio litro de leche o jugo tienen un costo promedio de RD$35, que multiplicado por veinte días de docencia al mes son RD$700 multiplicado por el número de alumnos a quienes se dispensa el servicio social, mucho menor que los RD$200 mil millones que se dilapidan en el subsidio eléctrico, un suplicio de Tántalo imperdonable.

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