POR SEGUNDO ANTONIO VÁSQUEZ
En la calle Espaillat número 158 se aprecia una casa perteneciente a Aída Iris Pimentel, quien en el siglo pasado la adquirió de la familia Jiménez, que tiene un precioso borde decorado en el techo.

Este borde, a partir de la parte superior, presenta dos columnas en la fachada y unas cortas molduras curvadas sobresalientes, desde donde lateralmente parten cuatro óvalos puntiagudos.

Más arriba sobresalen dos molduras paralelas, donde la del alto en el remate tiene tejas y al llegar al medio forma una curva, la cual encierra un moldeado redondo en cuyo medio se aprecia en altorrelieve la letra jota en mayúscula.

En la número 255 de la calle Arzobispo Portes, hay una casa cuyo borde del techo son partes elevadas que surgen de la pared frontal. El de la derecha es más alto que el de la izquierda, continuándole en el medio seis más cortos, formando escalones laterales con orillas que emergen puntiagudas.

Debajo se puede observar una larga y estrecha moldura sobresaliente, la cual está montada encima de cinco pilastras de forma rectangular con sacados en el medio que doblan en los bordes. Debajo hay una larga moldura triple sobresaliente, la cual arriba tiene dos enrejados tragaluces rectangulares con tuberías que curvadamente van al interior del techo.

De la misma manera, en la calle Las Damas, número 20, se puede presenciar una curiosa vivienda cuyo borde del techo tiene un decorado singular.

Éste, en la parte central, tiene un elevado sobresaliente que unida a las laterales es la prolongación de la pared frontal, la cual en el remate posee una moldura lisa que bordeando todo el frente dobla hacia adentro para seguir hasta los vértices de las esquinas.

Su curiosidad es que debajo de cada ángulo se aprecian los adornos con cerámicas de color verdoso, rojizo y amarillo, incrustados en la misma pared. Igualmente, pero más anchos las hay en la parte frontal del medio. Ya en la parte del remate aparecen otros bloques ahuecados de la misma forma.

Por igual, abajo del primer bloque frontal se pueden ver unos pequeños cuerpos sólidos cuadrados ahuecados, como también, por debajo, tienen un hueco rectangular con rejas formando barras verticales que se unen a rombos.

Asímismo, en la calle Canela esquina Estrelleta podemos observar la casa perteneciente a doña Gloria Gómez, la cual presenta un bordeado de techo singular.

Éste, abarcando el ángulo, debajo forma una moldura que encima tiene una hilera de tejas con soportes construidos de bloques curvos estriados, los cuales están intercalados con otros alrededor, que tienen una moldura escalonada en la pared, la cual se une con la parte de arriba y más abajo hay una cerámica de colores verde y amarillo.

El borde del muro en el techo, tanto en las esquinas como en los centros, presenta un corto bloque rectangular con sobresalientes laterales ahuecados, unos más altos que otros.

 Debajo de éste se aprecia un par de cortados óvalos formados con escamas de concreto cuyo centro encierra un redondel con el adorno labrado de una estrella de seis puntas, a los cuales le siguen otros de forma rectangular que tienen huecos centrales con lo mismo.

 En el vértice cortado del ángulo, más abajo de los soportes, hay un rombo que encierra un precioso dibujo de cerámica color azul y amarillo, y al doblar al otro lado, aparece otro con la misma forma redonda de color blanco, cuyo medio tiene las puntas de una estrella de siete filos, seguido por otro lateral igual, pero más pequeño.