En la urbe de Santo Domingo se aprecian algunas casas antiguas que tienen bordes decorados y balcones de techo, que pueden remontarse a otras épocas históricas.
Un ejemplo de ello es la preciosa residencia de un solo nivel de la época republicana que está ubicada en la calle Arzobispo Nouel esquina 19 de Marzo. Su entrada tiene una columna gótica en cada lado y cuatro puertas-ventanas, y es la única vivienda de toda la Zona Colonial cuyo remate presenta diferentes formas en bordes y balcones de techo.
En el remate para el lateral de la derecha se aprecia un borde de techo decorado que no tiene igual. Es una hilera de cuerpos que sobresalen, unidos en la parte inferior por dos molduras aglobadas. Éstos están formados por gruesas molduras cuya parte superior es una curva puntiaguda que encierra la mitad de una flor de cuatro pétalos ahuecados.
Al centro hay otras dos que lateralmente salen enroscadas. Y ya, debajo, también al medio, aparecen otras dos más grandes y gruesas, las cuales se unen a unas que doblan.
Le continúa, pero más alto, un balcón de techo con dos diferentes estilos de balaústres. Unos están construidos por un cuerpo de gruesas molduras que se enlazan al centro formando una cuerda, unida abajo y arriba por otras molduras aglobadas, y el otro de estilo normal.
En la calle Arzobispo Meriño número 352 hay una vivienda republicana de dos niveles. El segundo con balcones, pero ya en el remate aparecen bellos balcones de techo laterales, separados centralmente por un borde curvado.
Éstos presentan unos balaústres de gruesas molduras redondas que suben en curvas abiertas al centro y se unen a otras que se enroscan lateralmente.
Y en la calle Rosa Duarte número 19 hay una linda residencia de dos niveles, ambos con galerías, pero en el remate aparece un bordeado de techo cuyo cuerpo presenta preciosas decoraciones. Es un cuerpo compacto con una gruesa moldura montada un poco curvada. Debajo de ella se encuentra una hilera de losetas de bellos colores en grupo formando triángulos invertidos.
Un corto bloque cuadrado lo separa, y en él, un mosaico de colores formando un rombo grande, encierra dibujos con curvas.