El presidente de Chile, Gabriel Boric, denunció este jueves ante el plenario de la XXVIII Cumbre Iberoamericana, que se celebra en Santo Domingo, la «dictadura» del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega; y de su vicepresidenta y esposa, Rosario Murillo.
En su intervención, Boric se refirió al retiro de la nacionalidad nicaragüense a decenas de opositores de Ortega «que parecería no saber que la patria se lleva en el alma y en la sangre y no se quita por decreto».
El presidente chileno mencionó en concreto los casos de los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli y la histórica exguerrillera Dora María Téllez.
«Hoy vemos en el mundo entero riesgos y amenazas que acechan a la democracia que tanto costado a la democracia y frente a ello debemos responder con más democracia, no con menos», apuntó.
El presidente chilenose refirió a temas comunes en la región como la migración, el narcotráfico, el medioambiente, la igualdad de género y la regularización del capitalismo financiero.
«Junto a estos enormes desafíos debemos abordar juntos las urgencias que quejan a nuestros pueblos» entre ellos la seguridad y el fenómeno migratorio en la región, y recordó la Reunión Plenaria de la XX Conferencia Suramericana sobre Migraciones en Santiago, Chile, que se celebrará en octubre próximo.
La cuestión de la migración «constituye quizás uno de los más grandes desafíos regionales», por lo que su abordaje debe ser en conjunto.
«Tenemos que ser capaces entre todos de lograr una migración segura, regular, ordenada y humana, que reguarde los derechos de las personas que emigran y también los derechos y seguridad de los países que los acogen».
También llamó a «proteger y fortalecer» la Comunidad Iberoamericana, de cuyos países miembros destacó la solidaridad.