Bosch: ¿Avergonzado o convencido? 

Bosch: ¿Avergonzado o convencido? 

Las corrientes ideológicas han tenido históricos creadores, mentores o líderes cuyos nombres, inclusive, son utilizados como símbolos patronímicos de corrientes filosóficas o políticas: Aristóteles, Platón, Marx, Lenin, Hitler, Bolívar, Castro y, en nuestro país Duarte y Bosch; este último, el político más influyente en la construcción de nuestra estructura democrática post trujillista y el educador ideológico adornado con los atributos morales más apreciados en el pasado siglo. Fundó el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), eje institucional de la  Revolución  de Abril del 1965.

Llegando al poder, el PRD fue contaminado con dirigentes inmorales, cayendo en una corriente indetenible de deterioro y corrupción, provocando una profunda náusea en su creador, que lo indujo a crear otra organización llamada Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que desgraciadamente también se prostituyó, básicamente en su cúpula y actualmente compite con el PRD en práctica y predominio de indelicadezas.

Existe la teoría de que, si Bosch estuviera vivo, estaría avergonzado de sus engendros políticos y si tuviese que decidir por quién enviar a votar a sus seguidores, plantearía una abstención total y haría una de estas dos cosas: Formar otro partido o irse a vivir a otro país renegando de sus compatriotas.

Mi humilde parecer es que con cualquiera de esas decisiones el Profesor Juan Bosch estaría reeditando su error básico, que fue creer que los dominicanos podíamos tener partidos políticos con dirigentes honestos, en una sociedad donde ni siquiera hemos aprendido a ser ciudadanos respetuosos de las leyes, porque la mayoría vive sumida en la miseria y sin real acceso a una eficiente educación, lo que la hace vulnerable al engaño permanente de los mercenarios de la política.  

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