JUAN D. COTES MORALES
Don Juan Bosch, el ilustre profesor, maestro y fundador del Partido de la Liberación Dominicana, dice en el capítulo XIV de su libro “El PLD un partido”, que “la política es una ciencia y un arte. En su condición de ciencia requiere que la sociedad en la que se ejerce sea debidamente estudiada porque el estudio hace posible que se le conozca en varios sino en todos sus aspectos, dos de los cuales son el histórico y el que tiene cuando se está operando o va a operarse en ella”.

Las enseñanzas más importantes de todas cuantas este libro revela son aquellas en las cuales él, con mucha humildad y respeto, refiere magistralmente acerca de todo cuanto fue necesario hacer y sufrir, tanto que en el capítulo I afirma “Yo no quería ser político. Para mí la política era lo que me había llevado a abandonar mi país. ¿Cómo es posible que no se comprenda que la política no es arte al alcance de todo el mundo? La marcha de la sociedad la rigen los políticos; ellos deben ser seis, siete; así es en todos los países y así ha sido siempre; nosotros involucramos los principios universales y exigimos que las mujeres, los niños y hasta las bestias actúen en política. Yo que repudiaba y repudio tal proceder, vivía perennemente expuesto a ser carne de chisme de ambiciones y de intrigas. Yo no concibo la política al servicio del estómago, sino al de un alto ideal de humanidad”.

Lo de este hombre excepcional es sencillamente sorprendente. Mientras más se estudia, más se aprende y más particularidades se adhieren al todo que significa la suma total de lo que es necesario para definir el cosmos de un solo individuo. “Cómo es posible que él haya inventado un instrumento para montar las placas en una pequeña fábrica de baterías que tenía en Chile y por el cual le hicieron excelentes y ventajosas propuestas de compra” El instrumento, según él refiere, se lo hizo un mecánico checoeslovaco, y ese aparato, simple, le dio buenos rendimientos y un gran valor al taller. (Capítulo X)

Como todo mundo sabe, y el profesor Bosch se encargó de divulgarlo hasta la saciedad para que se supiera y se aprendiera de manera definitiva “el PRD es la prehistoria del PLD y sin esa prehistoria no habría un PLD”.

Para los fines de estas notas refiero con la misma sensibilidad que lo trató don Juan “que lo primero que tienen que conocer a fondo y seriamente los peledeístas es cómo se ha producido la historia de nuestro pueblo, qué fuerzas la han formado o deformado”; cuándo comenzamos a ser lo que somos hoy, pues mediante las ideas de lo que es el pueblo dominicano y la explicación de las causas que lo han traído a ser lo que es se abre el camino para las ideas de lo que debemos hacer si queremos alcanzar nuestra liberación y de lo que deberemos ser una vez hallamos logrado la libertad nacional. (Capítulo XXV).

Libertad nacional, liberación nacional, liberación dominicana, son sintagmas que contienen un concepto vigoroso y tan amplio como el corazón de la República. Y si el profesor así lo soñó y con él una buena parte de los peledeístas que acatan la ley del partido y la soberana razón de ser de la nación dominicana.

Me inscribo junto al número de los que sostienen la base del asta para que ese ideal flamígero ondee en todos los caminos de la República por donde han pasado todos los héroes con sus pechos llenos de oxígeno revolucionario proclamando libertad, educación, salud, trabajo y justicia social para todos.

Me es muy honroso y gratificante recordar al profesor Juan Bosch siempre, pero muy especialmente con motivo del Día de la Independencia Nacional.