Bosch, pionero en cuentos infantiles

Bosch, pionero en cuentos infantiles

La profunda sensibilidad social  y humana que toda la vida, y de manera ejemplar, caracterizó la personalidad de Juan Bosch (1909-2001), fue puesta de manifiesto por este gran hombre no tan sólo en su actitud ante los desgarradores problemas económicos, sociales y políticos de su pueblo y de todos los pueblos hermanos de América Latina, sino también en su justa valoración de la niñez.

Y es que Don Juan sintió un amor especial hacia los niños, amor del que pueden dar testimonio aquellos que lo conocieron de cerca y que tuvieron cierta aproximación a su entorno familiar. Su capacidad para comprender el mundo de los infantes era admirable. En “Simón Bolívar, biografía para escolares” él nos dice: “Cuando un niño nace, nadie sabe lo que hará en la vida. Por eso cada vez que un hogar se enriquece con uno, es como si naciera una esperanza para el Primer libro.

  El título de este breve artículo sobre la presencia del insigne escritor Juan Bosch en la literatura infantil dominicana nos trae a la memoria una extensa y hermosa historia infantil, ambientada en esa mágica época del año que es la Navidad, publicada por el maestro del cuento hispanoamericano en 1956. Nos referimos a “Cuento de Navidad”, obra con la que Bosch se convierte en el primer escritor dominicano en publicar un libro dentro del género denominado cuento infantil.

Dos años después, en 1958,  la Editorial Cordillera de Caracas (Venezuela) es la responsable de la segunda edición de “Cuento de Navidad”, obra con la que Juan Bosch inicia la publicación de libros de cuentos infantiles en la literatura dominicana, pues aunque de 1923 son los “Cuentos de la nana Lupe”, del gran humanista dominicano Pedro Henríquez Ureña, dichos textos vieron la luz pública de manera dispersa, no en volumen,  en el periódico “El Mundo”, de México. Bosch y Henríquez Ureña mantuvieron, desde 1932, una relación de amistad basada en la admiración y en el respeto mutuo.

Primeros cuentos. Constituyó para nosotros una indescriptible sorpresa el hallazgo, en 1999, de tres cuentos infantiles, más bien fábulas, de la autoría de don Juan: “El General Don Gallo” y “Don Gato y Don Ratón” fueron publicados por él, con el seudónimo de “Juan Niní”, en el número de la revista “Alma Dominicana” (Santo Domingo) correspondiente al bimestre septiembre-octubre de 1934, específicamente en la sección titulada “Por el niño y para el niño”; y “El negocio de doña Hormiga” apareció firmado con el seudónimo de “Juanito Niní”, en el mismo órgano, pero en agosto del citado año. Esos tres textos narrativos también aparecen  en el Tomo XII de sus “Obras completas” ya citado.

De los tres cuentos,  “El General Don Gallo” nos parece el más interesante por su contenido reflexivo y su valor didáctico. El cambio de actitud de Don Gallo al tomar conciencia de lo negativa que es la vanidad, transmite una hermosa enseñanza válida para los infantes, pero también para los adultos. Leamos la parte final del cuento:

“Cuando volvió al pueblo, era ya tan viejo que no podía con el machete y casi no veía, a pesar de haberse comprado unos espejuelos muy buenos en la tienda de Doña Pata. Entonces se quedó asombrado, al comprobar que ya la señorita Polla era una madre de familia, con once pollitos de los más graciosos, que ni siquiera quiso oírle.

“Don Gallo, pues ya no quería ser General, colgó su viejo machete de un clavo, en un palo del patio, y decidió hacerse maestro de escuela. Y lo que enseñaba, sobre todo a sus discípulos, que eran jóvenes gallitos muy emperifollados, era esto:

—Si no dejan de ser vanidosos, pueden fácilmente perder la cola cuando menos: La vanidad, amiguitos, conduce infaliblemente, a la olla o al ridículo”.

El último. En 1983 el suplemento cultural “Isla Abierta”, del diario “Hoy” (Santo Domingo), publica el cuento “El culpable”,  último texto infantil de Juan Bosch, escrito a solicitud del ilustre escritor Manuel Rueda, editor de dicho suplemento. Ese cuento fue recogido, luego, en la antología “Cuentos dominicanos para niños” y, más recientemente,  en el tomo XII de sus “Obras completas” (Santo Domingo: Fundación Juan Bosch, 2007. Pp. 255-257).

Finalmente, podemos concluir afirmando que con la publicación de los tres breves cuentos infantiles en 1934, en la revista “Alma Dominicana”; y con la aparición, en 1956, en volumen, de su “Cuento de Navidad”, Juan Bosch ocupa un lugar pionero en la narrativa infantil dominicana desde el punto de vista histórico-bibliográfico, hecho significativo que destacamos faltando sólo once meses para cumplirse, en 2009, el primer centenario del natalicio de uno de los grandes de la narrativa latinoamericana.

En síntesis

El último

En 1983 el suplemento cultural Isla Abierta, de este diario, publicó el cuento “El culpable”, último texto infantil de Juan Bosch, escrito a solicitud del ilustre escritor Manuel Rueda, editor del suplemento. El cuento fue recogido luego en la antología “Cuentos dominicanos para niños” y más recientemente  en las “Obras Completas” de Bosch.

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