Bosch y el pueblo

Bosch y el pueblo

Así como algunos cristianos suelen dedicar parte de su tiempo a leer uno que otro pasaje de la biblia, este servidor ha hecho suyo el hábito de repasar los escritos de Juan Bosch. Lo hago con la vista puesta en el presente y con el pensamiento fijo en el futuro. Compartamos una charla radial de don Juan dictada el 31 de agosto de 1971. La alocución era una respuesta a una acusación que le hiciera el jefe de una organización paramilitar terrorista denominada La banda.

El presidente del Partido Revolucionario Dominicano decía: “Yo nunca he usado ni como instrumento ni como nada a ningún bandolero; y si algo hay claro en mi vida de líder político es mi negativa a reburujarme con gente sin principios… En nuestro país hay pequeños burgueses del nivel bajo, los hay del nivel bajo pobre y del bajo muy pobres; los hay en gran cantidad, tal vez muchos más, en relación con el número de habitantes, que en cualquier otro país de América.

Por esa razón es muy alta la cantidad de jóvenes que pertenecen en Santo Domingo a la baja pequeña burguesía pobre y muy pobre, y debido a las condiciones de pobreza y de mucha pobreza en que nacen y se forman, muchos de ellos crecen con malos hábitos y desarrollan desde sus primeros años una enorme ambición de ascender sin que puedan adquirir la capacidad para ascender social y económicamente por el camino del estudio y sin que puedan conseguir los medios para establecer negocios… el sello distintivo de la pequeña burguesía es su necesidad violenta de ascender, de salir de la capa social donde vive.

Por eso se juegan aquí tantos billetes y tantas quinielas, porque hay miles y miles de bajos pequeños burgueses pobres y muy pobres que tienen como única salida de su situación la esperanza de sacarse un premio, y como las ideas de las gentes están determinadas por la posición que ocupan en la sociedad, esas gentes están tan seguras de que se sacarán el premio que son capaces de vender el único pantalón que tienen para poder comprarse un pedazo de quiniela y son capaces de hacer cualquier compromiso porque están convencidos de que el lunes en la mañana podrán cumplir ese compromiso con el dinero del premio… en un país como la República Dominicana el movimiento social produce, como dije ya, muchos bajos pequeños burgueses pobres y muy pobres, y así como un alto número de ellos acabarán siempre cansándose de luchar contra el sistema en que vivimos y pasarán a ponerse al servicio de ese sistema, así sucederá también que los que tienen en realidad condiciones de luchadores seguirán firmes del lado del pueblo, sobre todo si toman conciencia de lo que son, se capacitan estudiando y se hacen cargo de que para que este país cambie hay que trabajar por el cambio, y hacerlo todos los días, a todas las horas, de manera organizada…”.

Bertolt Brecht, dramaturgo alemán, inmortalizó el siguiente pensamiento de autor anónimo: Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay otros que luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay quienes luchan toda la vida, esos son imprescindibles.

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