Bosch y la economía de ayer

Bosch y la economía de ayer

Siendo niño sentía pasión por la historia, gracias a nuestra abuela paterna quien solía  pasarse horas muertas narrándonos importantes acontecimientos nacionales, europeos y del  lejano oriente.

No nos cansaba escucharla, y la única manera que ella encontraba de desprenderse de la trulla de pequeñuelos insaciables era prometiéndonos continuar con el relato al día siguiente. Para ese entonces no contábamos  ni con la televisión, ni los celulares, ni Internet, sino libros, conversatorios y la radio.

“En 1980 Juan Bosch, presidente del  Partido de la Liberación Dominicana, en un estilo que recordaba al de la abuela educaba al pueblo mediante escritos, la radio y la televisión. Para los jóvenes adultos de hoy y para refrescarle la memoria a otros, transcribiremos parte de una charla dictada por don Juan el 31 de julio, 1980.

“El presidente Guzmán dijo hace pocos días que la situación económica del país es normal, lo que nos lleva a afirmar que las personas que rodean a don Antonio no le dicen la verdad, por lo menos en esa materia”.

“Una cosa es normal cuando en ella no hay ninguna alteración, y en lo que se refiere a la economía del país se han producido, desde el 16 de agosto de 1978, no una sino varias alteraciones, la mayoría de ellas para perjuicio de los dominicanos que forman eso que llamamos las grandes masas.

“Si el presidente Guzmán caminara a pie y solo, o a lo sumo acompañado de uno o dos amigos, por las calles de los barrios pobres de la Capital o de las ciudades y pueblos del Cibao, o del Sur, o del Este, o de la Línea, se daría cuenta de que para millones de hombres, de mujeres y niños, la situación económica no es normal ni vista de lejos ni vista de cerca”.

Por ejemplo, nosotros estuvimos el sábado y el domingo en un campo de Moca, en Moca y en Tamboril, y donde quiera que llegábamos la gente nos rodeaba con cara de preocupación y hasta de angustia y lo primero que preguntaban era: ¿Qué piensa usted de esta situación? ¿Cuándo es que van a bajar los precios del arroz, de la carne, de las habichuelas?

“La crisis económica se siente de una manera en el Palacio Nacional, o en la casa con piscina y toda suerte de lujos de un barrio de ricos capitaleños, y de otra manera en un campo del Cibao… Pero cuando hablamos de una familia campesina que tiene sólo cuatro o cinco tareítas de tierra, y a veces menos y a veces sólo un patio, y de ese terrenito viven cinco o siete personas y con lo que se quitan todos de la boca pagan los libros y los cuadernos para que estudien algunos de sus hijos, entonces las cosas cambian, y no para mejorar, sino para empeorar… En países como la República Dominicana no puede haber crisis económicas sin que ellas provoquen crisis políticas, y cuando hablamos de crisis políticas no estamos insinuando golpes de Estado ni cosas parecidas… Hay otras formas de crisis políticas que este país no conoce porque la historia dominicana ha sido la más simple que puede tener un país, lo cual se explica porque el desarrollo económico y social de nuestro pueblo ha sido también simple, sumamente simple”.

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