Bosch y los médicos

Bosch y los médicos

Recordar es vivir reza un dicho popular, en tanto que alguien dijo que los pueblos que no recuerdan su historia están en desventaja en relación con los que guardan en la memoria un registro de su pasado.

De ahí la utilidad de refrescar episodios de la vida política nuestra que pudieran de una forma u otra comparar la línea de pensamiento de quien forjó  los ideales que incubaran el embrión de lo que luego sería el Partido de la Liberación Dominicana. Cuando Juan Bosch desde el Partido Revolucionario Dominicana planteó la tesis de la Dictadura con Respaldo Popular ya estaba anunciando un rompimiento con el gastado modelo de la democracia representativa.

Hubo una serie de escritos enriquecedores para el área sanitaria de la tesis realizados por los doctores Guarocuya Batista del Villar y Ángel Chan Aquino que motivaron una alocución radial de Bosch en febrero de 1970.

Expresaba el fundador y líder del PLD en esa ocasión: “La idea central de la Dictadura con Respaldo Popular es que no hay nada bajo el sol más importante que el pueblo dominicano, porque él está compuesto por seres humanos que son nuestros hermanos en la sangre, en la historia y en el destino. Y si eso es así, todos tenemos que reconocer como parte integrante de la salud la casa y la comida, la ropa y la educación… En un país como el nuestro, y en el gobierno de la Dictadura con Respaldo Popular, el médico tendrá que salir a los barrios pobres de las ciudades y los pueblos y a los campos a buscar el enfermo, a sacarlo de donde esté, porque si no, nunca lograremos asegurar la salud del pueblo.

El doctor Guarocuya Batista del Villar pregunta: ¿Tendrán los médicos un salario mínimo decente? Y respondo que sí, tal como dice el doctor Chang Aquino, no hay producción si el pueblo no es sano, y siendo los médicos encargados de dar y  mantener la salud del pueblo, lo lógico es que ellos tengan no un salario mínimo decente, sino el que necesiten para que vivan sin ninguna clase de preocupación a causa de estrecheces económicas.

El médico no podrá ser un privilegiado en el gobierno de la Dictadura con Respaldo Popular, porque en ese tipo de gobierno sólo podrán tener privilegios los niños, los ancianos, los enfermos y las madres solteras; pero un tipo de Estado consciente de que la riqueza del país depende de la salud de todos no puede titubear un segundo en ese terreno: los médicos deberán vivir sin privilegios, pero también sin preocupaciones económicas. El gobierno deberá asegurarles un sueldo mínimo suficiente para que no vayan a hacer una operación o una consulta pensando que ese día tienen que pagar la casa, y además deberá dejarle a todos los médicos tiempo libre para que puedan hacer consultas privadas a precios bajos, que puedan pagar todos los que quieran ser consultados”.

Más de cuarenta años después de difundido este discurso una tarde por la emisora Radio Comercial, a través del programa Tribuna Democrática, podemos derivar que la esencia de los planteamientos mantienen su vigencia. Ese gran poder congresual y municipal del que goza el Partido de la Liberación Dominicana pudiera servir para impulsar políticas que beneficien a las grandes mayorías frustradas aunque todavía esperanzadas.

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