Bram Stoker, padre del mito cinematográfico

Bram Stoker, padre del mito cinematográfico

El 8 de noviembre de 1847 en el pueblo de Clontart, cerca de Dublín, nació Abraham Stoker, creador del mítico Conde Drácula. Nacido en el hogar humilde de un funcionario, el pequeño vivió una infancia de salud enfermiza, lo que indudablemente fomentaría su gusto por las historias de imaginación, leyendas tradicionales irlandesas y cuentos de miedo, que la madre le relataba.

Bram cursó estudios en el Trinity College de Dublín, graduándose en 1867, en las disciplinas de Matemáticas y Ciencias. Siguiendo los pasos de su padre, trabajó durante diez años como funcionario, labor que alternó con la de crítico teatral y periodista. En Dublín conoció a Sir Henry Irving, famoso actor inglés por quien Stoker sufrió una especie de hipnótica fascinación que llegó a condicionar su vida, hasta el punto de que se ha llegado a especular que el personaje de Renfield en la novela Drácula, es una trasposición literaria del propio Bram Stoker en su desconcertante sumisión hacia Irving.

Irving le ofreció el puesto de secretario, así como la oportunidad de trabajar para el Lyceum Theatre de Londres en calidad de apoderado, crítico, además de ofrecerle la oportunidad de realizar sus primeras adaptaciones teatrales.

Aquellos años fueron muy fructíferos para el novelista en ciernes, permitiéndole relacionarse con diversidad de artistas, escritores e intelectuales que luego influirían en su obra.

Trabajando en el teatro, conoció también a una actriz, Florence Balcombe, con la que contrajo matrimonio en 1878, naciendo al año siguiente su único hijo Noel.

[b]EL OCULTISMO[/b]

El ocultismo y los estudios de los sucesos paranormales comenzaban a tener un gran auge entre la gente de sociedad. Además, en el Londres de finales del siglo XIX, proliferaban cenáculos esotéricos y sociedades secretas entre las que cabe mencionar la Golden Dawn, de la que formó parte Bram Stoker, según dicen algunos de sus biógrafos, aunque otros lo desmienten. Sin embargo, el influjo de esos estudios es determinante, lo esotérico y lo oculto marcan su literatura.

En 1890, el escritor inició el libro que lo haría inmortal. En el pueblo de Whitby, durante unas vacaciones, cayó en sus manos un libro que hablaba acerca de los Cárpatos y Transilvania y que mencionaba a Drácula. Tal fue el comienzo de su novela, pero no es hasta el 26 de mayo de 1897 que ‘Drácula’ se ve publicado.

Bram Stoker falleció antes de cumplir los 65 años, pero fue precedido por Henry Irving en 1905 y con la muerte de su jefe y amigo, a quien le dedicó en 1906 el libro Reminiscencias personales de Henry Irving –hay quienes aseguran que hubo una relación homosexual entre ellos , pareció declinar también su fortuna, que, por otra parte ya había comenzado unos años antes cuando el Lyceum se incendió y el actor, en un arrebato depresivo, se desprendió del teatro en una venta inesperada.

Bram Stoker no pudo disfrutar jamás del éxito multitudinario de su novela, motivo por el cual no vivió holgadamente los últimos años de su existencia, ya que los derechos de autor de sus obras eran muy escasos y tuvo que volver al periodismo para poder tener dinero. En 1922, Drácula fue llevado al cine en una primera versión alemana –cuyos derechos de autor no cobró la viuda–, ‘Nosferatu’, que en rumano quiere decir “vampiro”; después, el famoso conde ha repetido la experiencia fílmica infinidad de veces, aunque bajo diferentes rostros que, no obstante, seguirán garantizándole la eternidad a un mito tan literario como cinematográfico.

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