Brasil 2014 quema los banquillos

Brasil 2014 quema los banquillos

Río Janeiro. El cierre del Mundial 2014 contempló el final de un ciclo para la mayoría de las selecciones participantes, que pretenden ahora un futuro mejor distanciados de los hombres con los que contaron en Brasil y con nuevos inquilinos para sus banquillos en Rusia 2018.

El torneo que echó ayer el cierre con el triunfo de Alemania, que frustró las ilusiones argentinas. La victoria, la primera después de 18 años, la única en el siglo XXI, es el espaldarazo esperado para Joachim Low, que enterró las dudas que han crecido tras cada gran torneo.

Acusado de no terminar de obtener éxito a pesar de los elogios recibidos por su fútbol, el preparador germano ha quedado fortalecido como el autor de la cuarta Copa para el combinado germano.

Low, con contrato sellado con su Federación hasta la Eurocopa del 2016, es inamovible. No es el caso de Alejandro Sabella, que descubrió su marcha en las vísperas de la final. El argentino avanzó el final de su ciclo pasara lo que pasara en Maracaná. Amplió el sudamericano la relación de bajas en el banquillo tras Brasil.

Y ahora el debate por la sucesión está abierto. Después de llevar al combinado albiazul a orillas del título. En cualquier caso, en Brasil 2014 los banquillos han ardido. La gran mayoría de los seleccionadores han dejado ya sus puestos o lo harán en los próximos días. Solo seis de ellos tienen, de momento, certificada su continuidad. Entre ellos el español Vicente Del Bosque, aún con crédito suficiente a pesar del inesperado papel en el Mundial, donde quedó fuera en la primera fase.

Pero los triunfos en Sudáfrica 2010 y Polonia y Ucrania 2012 respaldan al preparador, encargado de efectuar un cambio de ciclo en su plantilla. Fabio Capello, con Rusia, Ange Postecoglou, de Australia, Safet Susic con Bosnia, Valker Finke de Camerún o Niko Kovac de Croacia parecen tener despejado su panorama venidero independientemente del papel desempeñado. Son los únicos.

El resto, o está en el aire o ya han iniciado sus vacaciones tras perder su puesto de trabajo. A la espera del desenlace del trayecto de Luiz Felipe Scolari con Brasil, el hombre más cuestionado del torneo sin duda, el adiós más sonoro fue el de Cesare Prandelli con Italia, que ni siquiera esperó a salir del estadio Dunas de Natal, tras perder contra Uruguay, para presentar su dimisión y subrayar su marcha del combinado azzurro.

Fue el del italiano el caso más abrupto del torneo, que ya contaba con otras despedidas desde su arranque. Por ejemplo, Louis Van Gaal llegó a Brasil comprometido con el Manchester United.

Nada cambió en Brasil a pesar del buen papel y el tercer lugar conseguido por el cuadro ‘orange’. También el portugués Carlos Queiroz aventuró su marcha de la selección de Irán.

Y el alemán Ottmar Hitzfield, que desveló su retirada de los banquillos y del fútbol en cuanto el periplo helvético por Brasil culminara. El colombiano Luis Fernando Suárez dejó a la selección de Honduras. Un ciclo acabado en Brasil 2014 igual que el del bosnio Vahid Halilhodzic con Argelia y el boliviano Stephen Keshi con Nigeria.

Otros que enterraron su aventura como seleccionador son el surcoreano Hong Myung-Bo con Corea del Sur o el francés Sabri Lamouchi con Costa de Marfil. El portugués Fernando Santos anunció también de su adiós con Grecia y el italiano Alberto Zaccheroni desveló en Japón que deja la selección nipona. El resto de preparadores tiene un futuro incierto.

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