Brasil buscará expandir influencia

Brasil buscará expandir influencia

BRASILIA (AP) _ El Secretario de Estado Colin Powell es aguardado aquí el lunes para su primera reunión con dirigentes brasileños en este país, el más grande de América Latina y ansioso por expandir su influencia como potencia regional y mundial.

   Powell llega el lunes por la noche a Sao Paulo, el centro industrial de Brasil, para reunirse al día siguiente con dirigentes empresariales. El martes volará a Brasilia para entrevistarse con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva y el canciller Celso Amorím.

   Muchos brasileños se sorprendieron cuando la visita fue anunciada la semana pasada en Washington. Analistas todavía intentan desentrañar los motivos especiales, si hay uno, para la visita sólo mes un antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

   «Es un misterio para mi»», dijo Alexandre Barros, un consultor político en Brasilia. «Normalmente estas visitas son anunciadas con bastante anticipación, a menos que exista una razón específica, que yo no entreveo. Pero quizá ambos países estén intentando coordinar mejor puntos en los que coinciden»», agregó

   Para Brasil la agenda es clara.

   Tras años ejercitando el papel como socio confiable en esfuerzos internacionales para la paz y la seguridad, el gigante Latinoamericano quiere un papel mayor. Brasil quiere un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en el que sólo hay cinco miembros con poder de veto. Los otros 10 lugares son rotativos cada dos años entre el resto de países del mundo.

   Japón, India y Alemania también están en cruzada diplomática por ingresar al estrecho circulo de miembros permanentes. Hace pocos días los líderes de las cuatro naciones aspirantes se comprometieron a otorgar mutuo apoyo a sus aspiraciones.

   Estados Unidos –uno de los cinco miembros permanentes junto a Francia, Inglaterra, Rusia y China– no se ha pronunciado de manera definitiva el asunto.

   «Voy a tener que convencer a Colin Powell»», dijo Amorím durante una entrevista con la AP la semana pasada. «El futuro de las Naciones Unidas es un asunto fundamental de nuestras discusiones políticas (con Powell). Y este es un momento favorable, no solamente para Brasil sino para los cuatro»» aspirantes.

   Hace tiempo que Brasil sostiene que las Naciones Unidas deben adaptarse a un mundo diferente del que existía cuando la organización fue fundada hace 60 años.

   Un argumento clave es que el Consejo de Seguridad es débil y menos efectivo porque está limitado a cinco naciones. Brasil tiene el apoyo de casi toda América del Sur.

   Al mismo tiempo, Brasil se empeña en crear un bloque sudamericano de integración capaz de negociar con más fuerza con la Unión Europea y Estados Unidos.

   En los últimos meses, Brasil ha comprometido cientos de millones de dólares en infraestructura, especialmente carreteras, para impulsar el comercio regional. Y ha trabajado como facilitador de soluciones pacíficas en conflictos en Venezuela y Bolivia, al lado de Estados Unidos y otras naciones.

   Hace poco, Brasil asumió el mando de la fuerza de paz de las Naciones Unidas en Haití, devastado por rivalidades políticas y daños causados por la tormenta tropical Jeanne.

   La agenda de Powel no está clara. En días recientes, una controversia sobre los planes nucleares brasileños ganó titulares en la prensa cuando un ex funcionario del Departamento de Defensa de Estados Unidos fue citado por el diario O Estado de S. Paulo diciendo que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) sospechaba que los equipos de enriquecimiento de uranio de Brasil fueron comprados de un científico pakistaní que habría desviado tecnología atómica hacia Corea del Norte e Irán.

   Las autoridades negaron vehementemente la versión.

   Amorím dijo a la AP que la constitución brasileña limita el uso de la energía nuclear a fines pacíficos. «¨Qué otro país tiene eso? No creo que Brasil represente riesgo alguno»», dijo.

   Inspectores de la AIEA deben visitar las instalaciones nucleares brasileñas en dos semanas, pero no tendrán acceso al área del sistema de centrifugas. Brasil sostiene que nada ilícito tiene para esconder y que solamente busca proteger su propia tecnología.

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