SAL PAULO, (AFP) .- Brasil dio el jueves otro paso para reducir su deuda externa y borrar los rastros de sus graves crisis financieras, al anunciar la cancelación anticipada de los bonos Brady, tal como hizo con las obligaciones que le quedaban con el FMI y el Club de París.

Los bonos Brady, creados en 1989 por el secretario estadoundiense del Tesoro Nicholas Brady, sirvieron para reescalonar la deuda de los países latinoamericanos, varios de los cuales, como México y Brasil, se habían declarado en moratoria en los años anteriores.

El Tesoro brasileño va a comprar bonos Brady, por valor de 6.640 millones de dólares, con vencimientos programados entre 2009 y 2014 y que habían servido para reescalonar su deuda desde 1987 hasta 1994.

La operación, que concierne tanto los intereses como el principal, será íntegramente financiada con reservas, que se elevaban a unos 57.000 millones de dolares en enero pasado, indicó el Tesoro en un comunicado.

“Estamos cerrando un capítulo importante de la historia de la deuda externa brasileña”, afirmó el director de política monetaria del Banco Central, Rodrigo Azevedo, en una rueda de prensa en Sao Paulo.

Esa iniciativa “aumenta la capacidad de resistencia de Brasil a los choques externos”, añadió.

El secretario del Tesoro, Joaquim Levy, precisó que la operación permitirá economizar unos 345 millones de dólares de intereses.

La garantía colateral ofrecida a los bonos Brady por el Tesoro estadounidense permitirá efectuar el reembolso echando mano de sólo 5.000 millones de dólares de las reservas nacionales.

Brasil da de ese modo vuelta a la página de la crisis de la deuda de los años 80, después de haber borrado la crisis financiera de 2002 generada por la desconfianza que inspiraba en los mercados la llegada al poder del ex sindicalista de izquierda Luiz Inacio Lula da Silva.

El país sudamericano liquidó en diciembre, con dos años de anticipación, su deuda de 15.440 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esa suma era lo que le quedaba por pagar del paquete de 30.000 millones que el organismo le había extendido en agosto de 2002, para alejar el espectro de una nueva moratoria.

Y en las próximas semanas terminará de liquidar sus obligaciones (que se extendían hasta diciembre) por 2.600 millones de dólares con el Club de París de países acreedores.

Brasil está procediendo además a la adquisición anticipada de deuda con vencimientos programados hasta 2010 por un monto que hasta el momento alcanza los 2.300 millones de dólares. “Es el mejor uso que podemos hacer de las reservas” en momentos en que el país obtiene excedentes récord de su balanza comercial (44.700 millones de dólares en 2005) y de su balance de transacciones corrientes (USD 14.200 millones), dijo Levy.

Lula desmintió rápidamente los temores que su llegada al poder generaban en los inversores, aplicando una política de ajuste fiscal y de control de la inflación.

“Esto nos plantea el desafío de continuar con la consolidación prespuestaria que ya dio muchos frutos”, añadió el secretario del Tesoro.

Brasil obtuvo el año pasado un superávit fiscal primario (destinado al pago de los intereses de la deuda) de 4,84% del PIB, por encima de la meta oficial de 4,25%. Tras la compra de los bonos Brady, la deuda externa de Brasil caerá de 87.000 a 80.000 millones de dólares, indicó Levy.

El riesgo país EMBI de Brasil medido por la calificadora JP Morgan cayó 225 puntos el jueves por la mañana tras el anuncio de la medida, a 225 puntos, su mínimo histórico.