Brasil crea dos reservas sustentables
del tamaño de El Salvador

Brasil crea dos reservas sustentables <BR>del tamaño de El Salvador

BRASILIA (EFE).- El gobierno brasileño creó dos reservas sustentables en la Amazonía con una extensión sumada de 20.250 kilómetros cuadrados, casi el tamaño de un país como El Salvador, y cuyas riquezas vegetales podrán ser explotadas con exclusividad por unas 2.600 familias.

La creación de las dos reservas para recolectores de los frutos de la selva fue oficializada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en un decreto publicado  por el Diario Oficial de la Unión.

A diferencia de las reservas ambientales, en las que está prohibida cualquier actividad económica, y de las indígenas, destinadas a los pueblos autóctonos, las reservas sustentables pueden ser explotadas artesanalmente por sus habitantes.

Las reservas Riozinho do Anfrísio, con unos 7.363 kilómetros cuadrados, y Verde Para Siempre, con 12.887 kilómetros cuadrados, están ubicadas en el estado amazónico de Pará.

En ambas suman unas 2.600 familias que viven de la recolección de productos como castañas, frutos de palma, caucho y aceites vegetales, y que tendrán mejores condiciones para comercializar su producción y, al mismo tiempo, preservar las selvas, según un comunicado del Ministerio de Medio Ambiente.

 “Vamos a garantizar la preservación de las áreas, el sostenimiento de esas familias y ponerle fin a las ocupaciones irregulares”, afirmó la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, al referirse al avance en la región de empresas madereras y de agricultores.

Silva, una combativa militante ecologista y líder política del Partido de los Trabajadores (PT), la formación de Lula, trabajó con el líder ecologista Chico Mendes, que fue asesinado por defender ideas como la explotación racional de la selva.

En estas unidades de conservación la población tradicional vive principalmente de la recolección de frutos, pero complementariamente también de la agricultura de subsistencia y de la cría de pequeños animales y la caza.

Las tierras de estas innovadoras reservas pertenecen al Estado pero el derecho a su explotación es concedido a los habitantes de la región, a los que se le prohíbe la extracción de recursos minerales, la tala de bosques y la caza comercial.

En la reserva de Riozinho do Anfrísio, cercada por reservas ambientales e indígenas, viven actualmente unas 50 familias, con cerca de 220 personas.

Algunos de sus pobladores fueron expulsados de la región por invasores interesados en vender las tierras irregularmente.

“Los habitantes de esas reservas no venden su producción sino que la cambian por alimentos como azúcar y arroz a comerciantes que pasan en barcos”, según la nota del Ministerio de Medio Ambiente.

En la reserva Verde Para Siempre, en cambio, hay unas 2.550 familias organizadas en cooperativas y que reciben el apoyo de organizaciones religiosas o ecologistas como Greenpeace.

“Los hacendados y los madereros que invadieron esas áreas, entre ellos el alcalde de Porto de Moz, Gerson Campos, serán retirados de la reserva. Estamos felices con la decisión del Gobierno de confirmar su compromiso de proteger la mayor selva tropical del mundo”, afirmó Greenpeace en un comunicado.

Para el coordinador de la campaña de Amazonía de esa organización internacional, Paulo Adario, con la decisión, la ministra honró la herencia de Chico Mendes.

 “Tras una serie de malas noticias para el medio ambiente, finalmente tenemos algo que celebrar. El futuro de la Amazonía ya no está en las manos de madereros y agricultores; no está en la soja, el ganado, las quemadas o la tala”, según Adario. EFE

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