El próximo domingo, en la final de la Copa del Mundo de Brasil 2014, volverá a sonar el himno nacional de Argentina, esta vez frente a Alemania en una repetición de la final de 1990. Pero hay otro himno, el extraoficial de la copa, que ya se ha cantado hasta la saciedad: «Brasil, decime qué se siente…».
Se grita dentro de los estadios, en las calles de Brasil, a viva voz desde los balcones de Buenos Aires cada vez que Argentina marca un gol… y hasta en el vestuario de la albiceleste.
La melodía no es difícil de cantar –¡si hasta Lavezzi, Mascherano y compañía la entonan!-, y la letra, aunque sencilla, ha cautivado a los argentinos.
«Brasil, decime qué se siente tener en casa a tu papá.
Te juro que aunque pasen los años, nunca nos vamos a olvidar…
Que el Diego te gambeteó, que Cani te vacunó, que estás llorando desde Italia hasta hoy.
A Messi lo vas a ver, la Copa nos va a traer, Maradona es más grande que Pelé».
El cantar hace referencia a la épica victoria de Argentina sobre Brasil en el Mundial italiano del 90, con un gol de Caniggia tras el pase de Maradona.
El último gran triunfo de Argentina sobre su archirrival.
La historia del himno. El «padre» del himno del Mundial es Ignacio Harraca, un joven seguidor de la selección y del Platense, un equipo de Vicente López, en la provincia de Buenos Aires.
«La empecé a pensar bajo la ducha, ahí salió la primera versión, le hicimos algunos retoques y quedó», cuenta el «compositor» al diario Clarín.
Harraca explica que la inspiración le llegó cuando a su grupo de amigos le confirmaron que podrían comprar las entradas reservadas para ver a Argentina.
Fue entonces cuando decidió imprimir la letra de la canción y llevarse la composición a Brasil, para repartirla entre la hinchada argentina.
Una melodía conocida. La hinchada argentina tiene sus esperanzas puestas en el desempeño de su equipo en Brasil.
«Si bien la letra ha triunfado rápido entre los fanáticos durante este Mundial, la música es de sobra conocida en las canchas argentinas», explica el corresponsal de BBC Mundo en Buenos Aires, Ignacio de los Reyes.
Se trata de la melodía del estribillo de Bad Moon Rising, del grupo estadounidense de los 60 Creedence Clearwater Revival.
«Con distinta letra, la misma canción se oye a menudo en los estadios de San Lorenzo, Boca Juniors, River Plate y otros clubes», explica el corresponsal.
Y no se trata sólo de fútbol. Esta misma melodía se puede escuchar en la Casa Rosada cada vez que la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, se asoma para saludar a sus jóvenes seguidores en el patio.
Titulada «Con la jefa los soldados de Perón», se trata de la canción con la que La Cámpora, la agrupación juvenil del kirchnerismo, apoya a la mandataria en los eventos públicos.
«Vengo bancando este proyecto
Proyecto, nacional y popular
Te juro que en los malos momentos
Los pibes siempre vamos a estar
Porque Néstor no se fue
lo llevo en el corazón
con la jefa los soldados de Perón».
Hasta ahora, la versión mundialista se ha convertido en la más extendida por redes sociales, programas de televisión y estadios.
Y ahora, los argentinos la cantarán de nuevo en el Maracaná de Río de Janeiro en la final contra Alemania, pero no será contra Brasil como 24 años atrás cuando ocurrió la hazaña que inspiró el nuevo himno nacional.