SAO PAULO, (DPA).- La selección brasileña literalmente pasó ayer por encima de la frágil Bolivia, al lograr en Sao Paulo una victoria por 3-1, y se confirmó como líder de las eliminatorias sudamericanas hacia el Mundial de Alemania 2006, con 16 puntos.

Ronaldo inauguró el marcador en el primer minuto de juego, mientras que Ronaldinho Gaúcho, amplió la ventaja brasileña a los 12», de tiro penal. A los 43», Adriano anotó el tercer tanto de los locales, mientras que Cristaldo marcó el gol de honor boliviano a los 48».

El primer tiempo del partido entre el líder y el colista de las eliminatorias sudamericanas se pareció más al duelo bíblico entre David y Goliath, pero con desenlace distinto.

Con un Ronaldo con hambre de gol comandando el mágico «tridente» ofensivo al lado de Ronaldinho Gaúcho y Adriano, Brasil no parecía estar sin cinco titulares y mantuvo el dominio absoluto desde los primeros segundos.

El «cerrojo» armado por el técnico boliviano Ramiro Blacut no llegó a resistir por un minuto.

A los 49 segundos, el «Fenómeno» Ronaldo entregó su tarjeta de presentación a la hinchada de Sao Paulo -donde jamás antes había actuado por la selección nacional- e inauguró el marcador, al rematar con un certero disparo de pie derecho.

A los 11 minutos, Cristaldo derribó al zaguero brasileño Roque Junior en el área chica y el árbitro argentino Héctor Baldassi pitó tiro penal. El otro «R» del tridente brasileño, Ronaldinho Gaúcho, ejecutó a perfección y amplió la ventaja de los locales.

Acorralada en su campo de defensa, Bolivia recién se aventuró por primera vez al ataque a los 15 minutos de juego, a través Joaquín Botero, pero el delantero terminó desarmado por el zaguero brasileño Roque Júnior.

En los minutos siguientes, el equipo altiplánico siguió viviendo momentos de pánico a cada ataque verdeamarillo y aprovechaba los momentos de «respiro» para intentar jugadas de ataque, casi siempre ineficaces.

La superioridad de los «pentacampeones» era tal que, a los 37 minutos, los brasileños permanecieron con la pelota en los pies durante 90 segundos, exhibiéndose ante la hinchada que los saludaba a gritos de ­»Olé!».

Cuando faltaban dos minutos para el término del primer tiempo, la última punta del «tridente», el «Imperador» Adriano, anotó de cabezazo el tercer tanto brasileño, al rematar un cruce preciso de Ronaldinho Gaúcho.

Bolivia sólo realizó dos disparos a gol en los primeros 45 minutos, ambos de larga distancia y que pasaron muy por encima del arco de Julio César.

Pero, tras la pausa, Bolivia demostró que seguía viva. A los 48 minutos, Cristaldo acortó distancias al eludir a su marcador, Belletti, y rematar a gol. La pelota desvió en Edmílson y anuló cualquier posibilidad de defensa de Julio César.

Tras el gol, los bolivianos parecieron tomar consciencia de que una derrota por goleada no era algo inevitable, e intensificaron su presión ofensiva, con lo que lograron frenar un poco el ímpetu de los locales, aunque ello no alcanzó para cambiar el rumbo del partido.

Brasil aún tuvo por lo menos dos buenas oportunidades de lograr una victoria más amplia, en un disparo de Ronaldo, a los 74 minutos, y en un tiro libre ejecutado por Alex, a los 78», pero en ambas ocasiones brilló la estrella del portero Léo Fernández, con intervenciones milagrosas que evitaron la humillación de una goleada.