RIO DE JANEIRO.  AP. Las autoridades brasileñas se han comprometido a intensificar la captura de pandillas delictivas brasileñas responsables de tiroteos que dejaron a más de 40 muertos esta semana y que amenazan con empañar la organización de los Juegos Olímpicos del 2016.

 Los líderes de estos grupos — con nombres como “Scooby” y “Big Baby” — tienen mejores armas que la policía, están acusados de torturar a agentes y lograron derribar un helicóptero policial en Río de Janeiro.  

Son traficantes de drogas que controlan la mayoría de las 1,000 barriadas de Río de Janeiro y están protegidos por pandilleros con fusiles de asalto, pistolas israelíes, granadas, armas antiaéreas y enormes cantidades de munición.

  Los criminales fueron el foco de atención esta semana tras los masivos tiroteos en Río, ocurridos tan sólo días después de que se anunció que la ciudad celebrará los Juegos Olímpicos de 2016.  

Las autoridades han asegurado al resto del mundo que la violencia ocurre tan sólo en determinadas zonas de esta ciudad de seis millones de personas, famosa por su carnaval y playas espectaculares.