Brasil: Lula va a G8 con propuesta de  líderes impulsen solución para OMC

Brasil: Lula va a G8 con propuesta de  líderes impulsen solución para OMC

BRASILIA  (AFP) .- El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, llegará a la Cumbre del G8 en San Petersburgo esta semana con el objetivo de arrancar de los líderes de las grandes potencias un debate que permita desbloquear las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

“Estamos viviendo momentos decisivos” para las negociaciones en la OMC, y por eso “Lula ha señalado que la implicación de los líderes (jefes de Estado) es esencial”, afirmó el ministro de Exteriores brasileño, Celso Amorim.

Brasil, que lidera el G20 de naciones en desarrollo, estima que los ministros y técnicos implicados en la negociación de la OMC llegaron al límite de su capacidad, y por eso reclama un impulso y un compromiso a nivel de jefes de Estado. La oportunidad sería la cumbre del G8, porque reúne a grandes potencias y a países en desarrollo.

Representantes de Brasil, China, India, México y Sudáfrica, cuyos jefes de Estado fueron invitados a la Cumbre del G8, se reunieron la pasada semana en Brasilia para coordinar posiciones.

Se espera que en San Petersburgo insten a los países ricos a “asumir plenamente sus responsabilidades en la búsqueda de soluciones compatibles con el nivel de ambición de la negociación” de la Ronda de Doha de la OMC, dijo el subsecretario general político de la cancillería brasileña, Antonio Patriota.

La iniciativa de Lula de convocar a los líderes del G8 y del G20 a desbloquear las negociaciones de la OMC ya fue planteada al inicio del año, y tuvo apoyo del primer ministro británico, Tony Blair. Sin embargo, el jefe negociador europeo, Peter Mandelson, y el director de la OMC, Pascal Lamy, se mostraron reacios a la iniciativa brasileña, por considerar que la cumbre del G8 no es el foro indicado para discutir este tema.

El presidente estadounidense, George W. Bush, indicó el viernes que tiene previsto hablar de las negociaciones de la OMC durante la cumbre. Lamy tiene menos de un mes para concluir un acuerdo sobre los puntos más delicados de la ronda de negociaciones de Doha en curso en la OMC, lanzada en 2001 y que ha pasado por sucesivos bloqueos y fracasos.

En esas negociaciones, los países en desarrollo reclaman una efectiva apertura de los mercados europeo y estadounidense a sus productos agrícolas. Estados Unidos y Europa quieren una apertura similar en los países en desarrollo a su producción industrial y servicios.

La última reunión ministerial de Ginebra, el 1º y 2 de julio, no produjo ningún acuerdo, pero Europa presentó una oferta más próxima al G20.  Después de eso, “el movimiento más importante en este momento (para alcanzar un acuerdo) sería una señal clara por parte de Estados Unidos de que está dispuesto a reducir los subsidios internos”, dijo el canciller brasileño la semana pasada.

Lula también divulgará en San Petersburgo los avances de Brasil en el uso de biocombustibles, sobretodo el etanol, alternativa a la gasolina que es producido de la caña de azúcar, que ya abastece a buena parte de la flota de vehículos de este país, y del que Brasil pretende convertirse en un gran exportador, destacó Patriota. La cumbre se realizará el 15 y 16 de julio, y el 17 se abrirá a los invitados para tratar sobre seguridad energética, educación y enfermedades infecciosas, tres temas en los que Brasil ha defendido y buscado avances en los últimos años.

Esta es la tercera vez que Lula participa en las reuniones anuales del G-8. En 2003, poco después de su llegada al poder, el ex líder sindical de izquierda fue invitado a la cumbre de Evian (Francia). En 2005, participó en la Gleaneagles (Escocia, Gran Bretaña).

El G8 está formado por Rusia y los siete países más industrializados, Alemania, Canadá, EEUU, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón.

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