Brasil niega acceso a inspectores ONU

Brasil niega acceso a inspectores ONU

WASHINGTON (EFE).- El gobierno de Brasil ha impedido que inspectores nucleares de la ONU puedan examinar una instalación para el enriquecimiento de uranio en construcción cerca de Río de Janeiro, informó ayer el diario «The Washington Post».

Citando fuentes del gobierno brasileño y diplomáticos en Viena, sede del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el diario indicó que las discusiones al respecto entre Brasil y esa entidad se hayan «en un punto muerto».

Fuentes del OIEA dijeron al diario que durante visitas recientes, los inspectores no tuvieron acceso pleno a la instalación, donde las autoridades han construido paredes y han cubierto algunos equipos.

Según «The Washington Post», Brasil se escuda detrás de su necesidad de proteger sus patentes para negar el acceso de los inspectores del OIEA a la instalación de Resende.

El gobierno brasileño asegura además que esa instalación producirá el tipo de uranio requerido para las plantas generadoras de energía y no el que se utiliza para la fabricación de armas nucleares.

El año pasado, las autoridades brasileñas explicaron que el objetivo inicial del proyecto es garantizar y abaratar el abastecimiento de las dos únicas centrales nucleares en Brasil, situadas en el balneario de Angra dos Reis, a unos cien kilómetros de Río de Janeiro.

Brasil posee la sexta mayor reserva de uranio del mundo, según datos de las Indústrias Nucleares do Brasil (INB), empresa estatal encargada de la explotación y procesamiento de uranio para su utilización en las centrales nucleares generadoras de energía eléctrica.

El punto muerto diplomático refleja los temores de que se esté germinando una nueva carrera armamentista, esta vez con el desarrollo de tecnologías para la producción de energía nuclear, que guarda el potencial para la fabricación de armas nucleares, indicó el diario.

La polémica se produce también en momentos en que Estados Unidos quiere prevenir la proliferación nuclear y ha pedido restricciones a los programas de enriquecimiento de uranio, aun si es destinado a fábricas generadoras de energía eléctrica.

Analistas consultados por el diario indicaron que, en ese sentido, EEUU y la ONU deben restringir el programa brasileño o al menos insistir en las inspecciones, porque de lo contrario se corre el riesgo de enviar un mensaje equivocado a países como Irán y Corea del Norte.

«Si no queremos este tipo de instalaciones en Irán o Corea del Norte, tampoco deberíamos permitirlas en Brasil», dijo al diario James Goodby, un ex funcionario estadounidense especializado en asuntos nucleares.

«Se tienen que aplicar las mismas reglas tanto a amigos como adversarios, y eso no está sucediendo en el caso de Brasil», agregó el experto.

Aunque la tecnología que utiliza Brasil en la planta de Resende forma parte de un programa que respeta diversos convenios internacionales, está sujeto, sin embargo, a las inspecciones de Naciones Unidas, explicó «The Washington Post».

Publicaciones Relacionadas

Más leídas