Mário Sérgio Lima y André Soliani

Los responsables de las políticas brasileñas prevén la posibilidad de recortar la tasa clave de interés este año conforme la recesión quite la presión sobre los precios al consumidor, según dijo un miembro del equipo económico de la presidenta Dilma Rousseff. Este sería el primer recorte desde 2012.

El Banco Central en 2015 elevó los costos del endeudamiento de referencia para hacer frente a la aceleración de la inflación. A pesar de que los operadores llamaron a efectuar una nueva alza con el fin de lograr un enfriamiento de la inflación, los responsables de las políticas mantuvieron la tasa clave sin modificaciones en un 14,25 por ciento en las últimas cuatro juntas.

Por ahora el banco central da indicios de que mantendrá las tasas, y de que es muy temprano como para predecir el momento exacto y la dirección de la próxima estrategia vinculada a los costos de endeudamiento, dijo el funcionario, que pidió no ser nombrado debido a que la conversación no se ha hecho pública.

No obstante, factores locales e internacionales provocarán que la inflación se ralentice en los próximos meses y es probable que alivie la presión que tiene el banco para endurecer la política monetaria, dijo el funcionario.
Esos factores incluyen el fin de la mayoría de los aumentos de los precios regulados por el gobierno de Brasil y una desaceleración económica en China.

“El mercado está comenzando a darse cuenta de que la situación externa no permitirá que el banco central aumente las tasas”, dijo André Perfeito, economista en jefe de la agencia de corredores Gradual Cctvm con sede en São Paulo. “Preveo una reducción de las tasas en octubre”.

Las tasas de permutas con vencimiento en enero de 2017 cayeron en 19 puntos base a un 14,44 por ciento frente a la máxima que se registró el lunes pasado después de que los dichos del funcionario se hicieron públicos cerca del mediodía hora local y conforme los operadores recortaban las apuestas a un endurecimiento monetario para este año.
Decisión del Banco Central y expectativas. El mes pasado, los operadores y economistas se sorprendieron cuando el Banco Central se opuso a elevar la tasa clave. Desde entonces, los analistas han modificado sus proyecciones desde un alza a sin cambios en materia de tasas para este año.

Las expectativas respecto a los precios al consumidor también han cambiado desde la sorpresiva decisión del banco central, ya que los analistas estiman que la inflación se mantendrá por encima del techo del 6,5 por ciento del rango meta en 2016.
La inflación alcanzó una cifra de dos dígitos en 2015 por primera vez en más de una década, llegando al 10,67 por ciento.

Los responsables de las políticas todavía creen que la inflación podría ralentizarse y situarse por debajo del límite máximo del 6,5 por ciento del rango meta de este año, dijo el funcionario.

El ritmo actual de aumento de los precios no puede considerarse un fracaso dada la depreciación y aumento de los precios del gobierno el año pasado, dijo el funcionario, quien agregó que los responsables de las políticas no han perdido credibilidad.

El banco central se negó a emitir comentarios acerca de las tasas de interés cuando se lo contactó vía correo electrónico.