SAO PAULO,  (AFP).- Con entusiasmo relativo, 56 ciudades de Brasil se unió ayer  al “Día Mundial sin Automóvil”, entre ellas la mayor metrópoli sudamericana, Sao Paulo, donde de todas formas ocurrieron embotellamientos.

   En la tercera edición del evento el foco estuvo puesto en la gigantesca urbe brasileña –de unos 11 millones de habitantes–, donde existe la mayor flota de vehículos  latinoamericana, unos 5,8 millones entre autos, motos, camiones y ómnibus.  

Pero pese a que el evento fue promocionado con mucha antelación, con el apoyo municipal y de organismos civiles, la ciudad, la capital más contaminada de Brasil, no logró evitar que se registraran embotellamientos de hasta 9 kilómetros.

  Si bien el tráfico disminuyó con respecto a la normalidad cotidiana de la ciudad, la jornada no tuvo una adhesión masiva de los paulistas, muchos de los cuales apelaron a sus vehículos, aún cuando uno de los principales viaductos estaba cerrado el tránsito.  

Para dar ejemplo, el alcalde Gilberto Kassab viajó durante media hora en un omnibus urbano hasta la principal avenida, la Paulista, y luego tomó el subterráneo.

En ambos casos recibió quejas de usuarios sobre el transporte público.   Una de las iniciativas paulistas fue la promoción de actividades deportivas durante 24 horas corridas en distintos puntos de la ciudad, además de incentivar a usar medios de transporte alternativos para disminuir la emisión de gases contaminantes.  

“Apostamos al convencimiento de la población por medio de educación ambiental y diálogos sobre utilización de otros medios de transporte”, dijo el secretario municipal de Medio Ambiente, Eduardo Jorge.

  Algunas esquinas de la transitada Paulista contaban con áreas de ocio con césped sintético donde ciudadanos se sentaban a conversar o descansar.  

En Río de Janeiro, segunda ciudad de Brasil, la circulación de vehículos disminuyó y muchos cariocas salieron a las calles en bicicleta.   En la costa de las famosas playas de Copacabana e Ipanema grupos de decenas de ciclistas recorrieron 7 kilómetros en reclamo de mayor estructura y facilidades para usar este medio.

Brasil tiene 60 millones de bicicletas –una cada tres habitantes– y apenas 2.500 kilómetros de ciclovías, según datos oficiales. 

 Entre otras ciudades que adherían figuran Brasilia, Porto Alegre (sur), Salvador de Bahia (nordeste) y Manaus (norte).

  Este mes la industria automovilística brasileña anunció récords de producción y de ventas domésticas  y que  consolidar su avance aspira a medidas del gobierno que le permitan aumentar su producción 10% al año, a 5,1 millones de vehículos.