MARACAIBO, Venezuela, (AFP) – Con la rivalidad a flor de piel y sus producciones futbolísticas en ascenso, Brasil y Uruguay se reencontrarán hoy en Maracaibo en busca del pase a la final de la Copa América de Venezuela-2007, en un duelo clásico que promete alto voltaje.
Luego de defraudar en sus estrenos en tierras venezolanas, frente a México y Perú, respectivamente, auriverdes y celestes recobraron su estirpe en los compromisos que les otorgó el boleto a semifinales. Brasil vapuleó 6-1 a Chile en un derroche de técnica individual y colectiva en el que Juan, Mineiro, Josué, Julio Baptista y Vágner Love se pusieron a tono con el exquisito Robinho, tras una excesiva dependencia del atacante de Real Madrid en los juegos precedentes.
De su lado, Uruguay no se dejó embriagar con ‘vinotinto’ y sacó a relucir su oficio para despachar al anfitrión Venezuela con un categórico 4-1, de la mano del ‘pichichi’ Diego Forlán, el desdoble del temperamental Pablo García y la habilidad de Cristian Rodríguez en la gestación del fútbol ofensivo.
En la antesala del decisivo choque, el timonel del ‘scratch’, Dunga, no vaciló en reconocer la mística charrúa.
«Uruguay no es solo (Alvaro) Recoba y (Diego) Forlán, es una escuela de fútbol con tradición, cuyos jugadores sienten la obligación histórica de ganar cuando defienden la camiseta de la selección. Viene de menos a más y siempre crece en las instancias decisivas», apuntó el estratega en rueda de prensa. El seleccionador uruguayo, Oscar Tabárez, dijo que el compromiso frente a Brasil «es el partido siempre esperado», al igual que ante Argentina y vaticinó un cotejo «cerrado, de resultado incierto y muy luchado hasta el final».