Brasil guía la ola de optimismo que sienten algunos mercados

Brasil guía la ola de optimismo que sienten algunos mercados

Jonathan Wheatley 
 São Paulo

No hace mucho tiempo atrás hubo un momento en que los mercados de capital de Brasil fueron guiados casi enteramente por las condiciones macroeconómicas, testigos del pánico las liquidaciones se esparcieron por las crisis asiática y rusa de finales de los años 90. 

Así que, para muchos inversionistas el alivio relativo con el cual Brasil navegó a través de la última crisis global ha sido causa de un alivio sonado con incredulidad. Pero la superficial recesión de Brasil y la rápida recuperación no significan que este se haya desacoplado del mundo exterior, esas cosas son más complejas.

Los inversionistas han tenido que luchar con conductores conflictivos: el poder del mercado de rápido crecimiento local, y, en cambio, la extensión a las cual las suertes de algunas compañías son impuestas por fuerzas externas. “Una gran cantidad de personas están enfocadas en compañías privadas que son maestros de su propio destino”, dice Frederick Searby, estratega latinoamericano de acciones en el Deutsche Bank en New York.

“Vale, la compañía minera de hierro más grande del mundo, es como una garantía en China, pero las compañías como Natura, fabricante de cosméticos, y Ambev, fabricante de cervezas, son localmente orientadas y pueden sacudir la tendencia.

Por lo tanto, este ha sido un año volátil para las acciones brasileñas. Los inversionistas extranjeros ascienden a un tercio del volumen diario del comercio en Sao Paulo y compran dos tercios de la mayoría de las emisiones de acciones. Los flujos externos han combinado la dirección con el vaivén del humor de los inversionistas, por ejemplo, en la crisis de deuda soberana europea y el riesgo de una recesión doblemente profunda.

El principal índice de acciones de Brasil, el Ibovespa, ha caído por 4.9% este año hasta la semana pasada. Pero éste ha aumentado un 23.8% desde su punto bajo el 20 de mayo.

Nick Robinson, alto director de inversión en Aberdeen Asset Managers en Sao Paulo, dice que la perspectiva es “generalmente positiva”, pero los inversionistas estarán vigilando el aumento para las elecciones generales y presidenciales de octubre.

“Usted sabe que con Dilma Rouseff, la candidata izquierdista del gobierno, el sector inmobiliario estará seguro debido a que ella creó el programa de subsidio hipotecario llamado Minha Casa Mihna Vida. Pero usted estaría más preocupado acerca de las compañías privadas que tienen un monopolio natural, tales como BM&FBovespa, el intercambio de acciones y futuros.

Robinson dice que la incertidumbre sobre los planes del gobierno para Petrobras, la compañía petrolera nacional, incluyendo la emisión de acciones propuesta de $25 millardos que se espera para el mes próximo, implica que muchos inversionistas institucionales han permitido su reciente subdesempeño para poder reducir su peso en sus carteras. Él espera que ellos tomen ventaja de la emisión de acciones para corregir eso.  También los analistas están optimistas en relación a los mercados de deuda de Brasil, donde no habrá escasez de oportunidades de inversión. Enormes sumas serán gastadas preparando al país para recibir la Copa Mundial del 2014 y los Juegos Olímpicos del 2016. La inversión continuará en los campos petroleros que son potencialmente enormes que están localizados fuera de la costa y que fueron descubiertos en el 2007.

“Habrá una gran cantidad de inversión y gasto del consumidor, y un montón de capital serán requerido para financiarlo”, dice Filippe Goznes, un alto analista en Moody’s Inverstors Service, la agencia de clasificación, en New York.

Él dice que muchas compañías brasileñas comenzaron a cotizar en la bolsa desde el 2004 y más tarde retornaron al mercado con emisiones de nueva inversión.

“El próximo paso lógico es limitar el mercado de deuda, porque mientras más acciones se emitan más accionistas existentes son diluidos, y la deuda es más barata que las acciones. Así que esto es buena señal para la nueva emisión en los mercados de ingresos fijos”.

Esto ya está sucediendo. Las compañías brasileñas han emitido alrededor de $15 millardos en bonos internacionales este año. Esto es en adición a cerca de $4 millardos del gobierno. La emisión internacional fácilmente supera los $25 millardos del año pasado, por sí misma confrontó un rebote de $6.6 millardos en el 2008.  La emisión local también está yendo fuerte, aunque la convención brasileña de mantener deuda a muy corto plazo hasta el vencimiento significa que todavía tiene que desarrollarse un mercado secundario viable.   

Zoom

Joao de Biase

El jefe de mercados de capital de deuda en Itaú BBA en Sao Paulo, dice que esto podría cambiar rápidamente en los próximos dos a tres años. Esto es debido a que más inversionistas se espera que retornen a la deuda corporativa mientras las altas tasas de interés de Brasil continúan bajando.  “Hay algunas pocas historias como la de Brasil que tienen ese volumen y diversidad”, él expresó.

Temores a caída generalizada de precios sacuden tesorerías

Michael Mackenzie

Algunos mercados podrían portar un aviso sanitario. El de las Tesorerías de Estados Unidos podría decir: “Cuidado, fuerzas deflacionarias trabajando”. 

Los inversionistas que están tratando de hacer sentido de los extremos emocionales que guían los mercados financieros, podrían hacer algo peor que observar los bonos de los gobiernos de E.U. Entre un fiero debate sobre si E.U. está dirigiéndose a un ataque de deflación al estilo japonés, los decadentes precios asociados con el estancamiento económico, los inversionistas en Tesorerías han entrado en territorio desconocido.

Muchos han estado ávidamente tratando de no dejar escapar la deuda del gobierno a corto plazo, preocupados de que la recuperación económica en Estados Unidos pierda velocidad, o peor, que dé un movimiento en reversa. La proyección de una recesión doblemente profunda, acompañada por una inflación negativa, podría ser apoyada por los bonos de la Tesorería con cortos vencimientos, particularmente si la Reserva Federal comienza a comprar emisión del gobierno otra vez para evitar ese riesgo.

Todavía, mientras la demanda es fuerte para las notas a cinco y diez años, el entusiasmo ha comenzado a refluir la deuda del gobierno de Estados Unidos a muy largo plazo, tales como los bonos de la Tesorería a 30 años. Los rendimientos de bonos a cinco años han caído a un récord bajo. Pero los rendimientos para muchos de los más largos vencimientos no han bajado tan rápidamente, dirigiéndose a una curva de rendimientos más fuertemente profunda.  “La forma actual de la curva de la Tesorería está fuera de la experiencia de trabajo de todo el mundo”, dice Kent Wosepka, jefe oficial de inversión en Standish.

La razón para esto no es sólo la preocupación acerca de la inmediata perspectiva económica. Cargado de un enorme déficit presupuestario, el gobierno de Estados Unidos está tratando de extender la vida de su deuda con el fin de aliviar cualesquiera problemas futuros de refinanciamiento. Las ventas de los bonos  de la Tesorería a 30 años ha estado corriendo a niveles récord. Esto ha guiado a un desequilibro entre el suministro y la demanda.

El desequilibrio podría volverse un gran problema para el gobierno desde que se necesite mantener la confianza de los inversionistas de bonos.

Verdaderamente, ya está causando fricción entre los inversionistas y representantes de ventas. Las minutas de la reunión de la semana pasada del Comité Asesor de Préstamos de la Tesorería (TBAC, por sus siglas en inglés), el cual consiste en altos representantes de fondos de inversión, bancos y la Tesorería de Estados Unidos, mostraron algunos miembros argumentando que el tamaño de las ventas de la Tesorería de 10 y 30 años podría ser ligeramente reducida. Hubo un “animado debate!, dicen las minutas.

Las claves

1.  Alerta

Algunos comerciantes alertan que la atracción de la especulación financiera podría menguar en caso de que la data económica oficial mejore y los precios de los bonos a corto plazo  comiencen a caer de regreso de los altos récords.

2.  Temores

Para todos los temores acerca del posible sobresuministro de bonos a 30 años, hay también preocupación de que una burbuja podría estar desarrollándose en el mercado a cinco años.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE MARIA DEL CARMEN MARTÍNEZ

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