RíO DE JANEIRO. AFP. Esculturales mujeres en diminutos biquinis toman sol mientras adonis en diminutas tangas juegan al fútbol en la playa: esta imagen clásica de Brasil, un país obsesionado con el cuidado del cuerpo, se ve amenazada por el sobrepeso, que ya afecta a la mitad de la población.
En la avenida que bordea el mar y en las playas de Río, gordos y flacos exhiben democráticamente sus cuerpos en un país que en los últimos años ha logrado sacar de la pobreza a 30 millones de personas, y donde la dieta diaria tradicional incluye arroz, frijoles y carne de cerdo. Pero de manera creciente, los gordinhos comienzan a apoderarse de la escena, opacando a las musas que inspiraron canciones como Garota de Ipanema.