Bravo por el 9-1-1

Bravo por el 9-1-1

Como dominicano que desconfía de todas las innovaciones, me hice la idea que el 9-1-1 era pura y simplemente una propaganda gubernamental. Debo admitir que me he equivocado rotundamente al comprobar personalmente la efectividad de los servicios que brinda al público.

El lunes 14 del mes que discurre, el que estas líneas escribe sufrió una estrepitosa caída de sus propios pies, con la mala fortuna que me fracturé la cadera. Intentamos llamar una institución de ambulancia privada y no tenían una unidad disponible.

Entonces mi esposa sugirió llamar al 9-1-1 y sin estar muy convencidos, tuvimos la agradable sorpresa que llegaron a nuestro hogar en 12 minutos.

Lo que más nos sorprendió fue el equipo tanto humano como vehicular. Ambulancia moderna, con todos los últimos adelantos, desde silla de ruedas plegable, hasta camilla de un material nuevo. Debo agradecer al conductor Omar López y la auxiliar Fresa Moquete las finas atenciones que me prestaron.

Debo señalar el incidente que tuvo el conductor de la ambulancia cuando en la intersección de la avenida Ortega y Gasset con la John F. Kennedy y un vehículo del concho ocupó el carril por donde se desplazaba la ambulancia y no valió toque de sirena ya que él estaba estacionado esperando pasajeros. Esta falta de educación vial es una de las retrancas que impiden un flujo expedito en el caso de vehículos que necesitan prioridad vial, como patrullas de policía y ambulancias, muy pocos usuarios ceden la vía, la mayoría actúa como los carros de concho.

Nuevamente nos sorprendimos, pues pensábamos que este servicio fuera costoso, por su esmero y diligencia. Cuando nos informaron que era completamente gratuito, es que debemos alabar a este necesario servicio.

La nota negativa la constituye la cantidad de llamadas falsas hechas por desaprensivos que no valorizan que esa llamada engañosa puede significar la pérdida de una vida humana, ya que en esas circunstancias el tiempo es de gran valor para la atención lo más pronto posible del enfermo. Además a esto se agrega el gasto de combustible y la frustración del personal al atender una burla.

Cuando las iniciativas del Estado Dominicano son beneficiosas para la ciudadanía, sería mezquino de parte de los habitantes no reconocer estos méritos. Exhortamos pues a la utilización de este 9-1-1 y comprobarán que todo lo aquí escrito es verdadero. Enhorabuena por esta magnífica iniciativa.

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