La brecha salarial entre hombres y mujeres en República Dominicana es de 18.6%. Su participación en el mercado laboral es de 52.7%, mientras que la de los hombres es de 78.7%, con una tasa de desempleo abierta para las mujeres de 8.6% y de 3.9% para los hombres, lo que significa que las mujeres que no consiguen empleo son un poco más del doble que los hombres en la misma situación.
Esto sucede a pesar de que las mujeres logran un nivel educativo mayor, y representan el 63% de las personas que se gradúan de las universidades con mayores estudios terciarios.
El 78% de mujeres ocupadas están en sectores de baja productividad, lo cual significa que sus ingresos son más bajos y que tienen menos acceso a la innovación y las tecnologías de la información.
Una vez insertadas en los puestos de trabajo, las mujeres se enfrentan a barreras invisibles que llamamos techos de cristal, que no permiten que progresen en sus carreras profesionales en la misma medida que los hombres.
Puede leer: Alerta sobre auge de publicidad de esquemas de inversiones fraudulentas
Esto provoca que menos de una tercera parte de los puestos directivos en las empresas estén ocupados por mujeres, siendo el dato para el país de 19.7%.
En un análisis de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) se explica que existen múltiples causas sociales, económicas o culturales por las cuales las mujeres son más propensas a encontrarse inactivas laboralmente: maternidad y lactancia, atención y cuidado familiar y decisión de un solo proveedor, entre otras.
La ONE cita que entre 2014 y 2020, en promedio, menos de uno de cada cinco hombres se encontraba inactivo. No obstante, en las mujeres, una de cada tres se halló en inactividad laboral.
Para enero pasado, los hombres eran el 73.70 % dentro de los empleos ocupados por extranjeros y las mujeres el 26.30 % restantes.
Violencia
Otro problema es la violencia. El 15.7% de mujeres en el país ha sufrido violencia sexual en el trabajo a lo largo de su vida y un 12.5% ha sido víctima de violencia psicológica.