Breve disección del cinismo

Breve disección del cinismo

En los años 90 una serie que ocupó los primeros lugares en popularidad, llegándose a considerar también como de las más influyentes, lo fue la comedia Seinfeld. En un episodio de esta serie Jerry, personaje central, y George, su mejor amigo, describen una idea para crear una serie de televisión para una importante cadena de televisión, cuando los ejecutivos le preguntan el tema dicen que la misma es una comedia acerca de nada, lo cual podría considerarse una broma autorreferencial. Y muchos críticos dirían que la genialidad radicaba precisamente en que Seinfield reflejaba la cotidianidad, al detalle extremo, en el que habían caído los individuos en la civilización imperante.

A veces la comedia puede ser una forma de profundo pensamiento, lo que ocurría en la serie es lo que Peter Sloterdijck llamó el cinismo moderno, definido como una integración antisocial, carente de ilusiones. En el plano individual, la insensibilidad se llevaba al extremo cómico. ¿Cómo es que una serie sobre nada tuvo tanta popularidad?

De una manera instintiva, el cínico, no entiende su manera de ser como algo que tenga que ver con el malvado, sino como un comportamiento acorde al modo de ser colectivo, y que está limitado por el realismo. En dicho comportamiento, el cínico, da por sentado algo que es cierto: los tiempos de la ingenuidad pasaron. En el pasado, el cínico tenía la misma certeza, pero individual, en el presente, es un sentimiento universal, difuso, es decir parte de la cultura existente, algo general.

El cínico moderno, en consecuencia, no es una persona, sino un arquetipo, un modelo, y desde los ochenta, hasta nuestros días, el modelo de éxito. De alguna forma, al hacerse parte de la cultura, el cinismo se hizo falsa conciencia, en sustitución de la otra falsa conciencia que le precede, la ideología, y hubo, pues, de infestar la política ya no como manifestación puntual, sino como norma. En muchos países encontramos buenos ejemplos, desde Bush hijo, mintiendo sobre la guerra contra Irak era justa porque había peligro inminente por existir armas químicas, hasta Berlusconi y sus famosas fiestas con servidoras sexuales, algunas menores de edad.

Se podrá pensar que el cinismo es intrínseco del político. Así piensan los que aceptan que la caricatura de la fórmula maquiavélica “el fin justifica los medios”. No es mi objetivo entrar en la disección del político, mi punto más bien es que el cinismo se hizo universal y en consecuencia parte de las reglas imperantes, y eso, en gran medida, es muy diferente al tiempo en que imperaba la ideología como falsa conciencia. Y el éxito de la serie narrada y de un tipo de político.

Toda idea hegemónica, sin embargo, tiene su final. Me parece que aún en tiempos cínicos como los que vivimos se avizora un cambio de mentalidad. Las nuevas generaciones no lucen tan tolerantes con los sabiondos que juegan el juego de para sobrevivir hay que ir a la escuela de la realidad, así se explica el avance de agrupaciones políticas como Podemos en España o las tasas de rechazo a los políticos que ya sólo inspiran tedio.

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas