El arte de vivir se parece más a la lucha que a la danza.
Marco Aurelio
Hace tan solo 30 años, recuerdo, que decíamos que el día no se acababa y las noticias eran escasas. Ahora parece que el tiempo es acelerado y las noticias son tan abrumadoras que nos convierten en indiferentes por su volumen.
De estas muchas noticias, hoy toco el tema del Brexit, el referéndum al alcance de varios días del pueblo británico, que decidirá si esta importante nación -pilar de la cultura y economía europea- se quedará en la Unión Europea (UE). Según encuestas publicadas en Financial Times, el 47% de la población encuestada vota por quedarse en la Unión Europea y el 41% por salir.
La identidad de los países que forman parte de la UE está en riesgo, debido a la crisis económica y migratoria que crea cada día más conflictos en las aldeas donde se encuentran los refugiados. Políticamente, los nacionalistas están a favor del Brexit debido a la gran cantidad de inmigrantes que ya viven en el país, a lo que agregan el riesgo de que esta cantidad siga creciendo en los próximos años.
En España, llevan varios meses sin gobierno, con un número de partidos políticos incapaces de llegar a acuerdo. Y Rajoy trata de compensar el sin sentido con medidas políticas y económicas que no funcionan. Paradójicamente, una telaraña política que lleva al país a conflictos y desacuerdos, lleva de frente el lema “Podemos”. Es una nación que está en un punto de crisis: se mueve entre el sistema tradicional que se cae por gravedad y el deseo de implementar lo nuevo, pero la innovación está sin fuerza y sin apoyo de la mayor parte de la burocracia gubernamental.
Las entidades financieras mundiales (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional) advierten un grave impacto económico para Inglaterra en caso de que los ciudadanos voten por una separación de la Unión Europea. Dicha separación se estima que tendrá, entre muchas cosas, un costo de un sueldo promedio de un mes para cada ciudadano inglés. No debemos dejar pasar de vista que tal ruptura causará desbalances en la Bolsa de Valores, Mercado Inmobiliario y sobre el Mercado Laboral europeo, en una economía mundial llena de incertidumbres.
Estados Unidos se ha mantenido muy cerca de las noticias mostrando su apoyo, cualquiera que fuera la decisión que tomen, aunque Obama advirtió que sería imprudente separarse de la Unión Europea.
No quisiera pensar en dos incertidumbres que puedan pasar al mismo tiempo, pero no estaría de más estar alerta: la posible emergencia de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos y la salida de Inglaterra de la Unión Europea.
En 2014, Escocia hizo un referéndum para independizarse de Inglaterra. Los ciudadanos temían que su bienestar económico sería afectado. En estos momentos, la mayoría de los ingleses se hacen esta pregunta: ¿qué pasará con su situación económica si el resultado es favorable a la salida de la Unión Europea?
Martin Wolf, periodista y economista inglés, importante columnista del periódico Financial Times, advirtió que Gran Bretaña, con menos de 1% de la población mundial, puede solo alcanzar sus metas dentro de la Unión Europea, disfrutando las ventajas del Club Europeo.
Pero lo más inquietante es la tendencia derechista que está aumentando y expandiéndose en Europa, recientemente sobresaliendo Austria y Polonia con más de 40%; Suiza, Francia y Dinamarca siguen la tendencia.
Frente a esta situación de incertidumbre comparto esta reflexión: el que dice que sabe lo que va a pasar en el mundo, para el 2020, se miente a sí mismo. La incertidumbre por la guerra contra el Estado Islámico, la pobreza y enfermedades de África, la ola migratoria de Europa, los conflictos políticos de Brasil, Argentina y Venezuela y el desarrollo tecnológico mundial, nos demuestran que, aún a mediano plazo, hacer proyecciones sólidas sobre la economía mundial sería altamente especulativo.
Investigadora asociada Natalia Dorca.