Lentejuelas y destellos sobre intensos colores y espectaculares drapeados, se unen a las siluetas desveladas con propuestas valientes para brillar en las fiestas de Año Nuevo.
Con vocación nocturna, llegan vestidos impregnados en el esplendor y la riqueza cromática de los tonos ocres, dorados y tostados para dejarnos lucir una sobrada feminidad en la que clásicos, como la falda tubo, dejan a un lado su versión más recatada para adoptar una pose más atrevida. Estas prendas lucen elaboradas con tejidos metalizados y enriquecida con cristales, lentejuelas o tachuelas.
Es tiempo de romper con la monotonía con diseños bañados en lujo, mezclas explosivas y exceso por doquier para que tú, la protagonista de las fiestas, brilles con luz propia.
Los zapatos, las carteras y los accesorios, eternos complementos del vestido, están ahí dispuestos a contribuir con la belleza de la mujer que en estos días tan festivos se desborda con mayor brillantez para recibir un nuevo año.