Brisas

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Lecturas terapéuticas

Me fascinó ver esas fotografías. Los niños internos en el hospital Infantil Robert Reid Cabral mostraron una cara de alegría contagiosa con la tarde de lectura de cuentos que les llevaron los invitados nacionales y extranjeros al Congreso de Literatura Infantil que se llevó a cabo recientemente en el país, organizado por la Vicepresidencia de la República a través de la Biblioteca Infantil y Juvenil República Dominicana.

Durante algunas horas los pequeños olvidaron sus dolencias, gozaron y compartieron con este grupo de artistas de la palabra que tiene como misión llevar a la gente menuda por el mundo de la fantasía a través de los libros escritos y primorosamente ilustrados especialmente para esa población. Y es que los cuentos y los versos tienen un valor terapéutico; así lo aseveran diversos estudios realizados por especialistas que han recogido y plasmado esa experiencia.

Se ha demostrado que los niños responden positivamente cuando se les lee, incluso hay relatos adecuados para cada dolencia y mientras para unos será más beneficioso el cuento de hadas, para otros será el mejor el que tenga animales como protagonistas, o el que hace alusión al vencedor de una dolencia, o el que está cargado de humor. También hay cuentos que son ideales para el pequeño que va a entrar al quirófano, porque los relaja. Sería bueno repetir esa experiencia de manera más continua. Las firmas editoriales deberían organizar tardes de lecturas en los hospitales de niños y llevar a los autores y a los cuentacuentos. Lo mismo pueden hacer los talleres, los grupos literarios y los clubes de lectura.

Pero hasta papá, mamá o algún familiar que acompañe al pequeño paciente ha de estar en capacidad de leerles cuentos. Incluso, no sé si sería mucho pedir que en los centros hospitalarios también haya un personal entrenado en contar cuentos y leerles otros textos agradables a los pequeños pacientes.

Por ejemplo, los afectados de cáncer, algunos incluso en etapa terminal, podrían pasar momentos felices con esa actividad, lo mismo los que han sufrido accidentes o están hospitalizados por cualquiera otra condición.

Y si la lectura se les añade algún momento musical entonces el beneficio estará multiplicado, porque también la música tiene un valor terapéutico increíble.

También es buena idea recolectar libros de literatura infantil y distribuirlos entre la población infantil hospitalizada.

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