Brisas

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Responsabilidad y salud

Los contenedores que colocan los ayuntamientos en las calles y parques constituyen una excelente opción para el correcto manejo de los desechos.

Pero para que la esta medida funcione se necesitan fundamentalmente dos cosas: que el ayuntamiento cumpla enviando puntualmente los camiones para la recogida de los desperdicios y el lavado, y que la gente esté educada para usarlos adecuadamente.

Antes de colocarlos en una zona, representantes del organismo edilicio se reúnen con los vecinos y les hablan acerca de cómo usarlos; por lo menos eso ocurrió en el sector donde resido.

Para su correcto uso, cada contenedor recipiente tiene escritas algunas reglas, como por ejemplo: depositar la basura en fundas cerradas, no echar cenizas, escombros ni animales muertos y tampoco se deben parquear vehículos en su frente.

Los primeros días los contenedores funcionan muy bien, las dos partes cumplen; pero luego hay descuido de ambos y también suceden situaciones que escapan del control.

Por ejemplo, en la calle donde resido, la Activo 20-30 de la urbanización Capotillo de Villa Faro, tengo dos contenedores muy cerca que se han convertido en un dolor de cabeza, porque la gente echa de todo, desde animales muertos hasta materiales de construcción. Y ¿qué pasa con esto último?: que el peso de los mismos no permite que la máquina los mueva y entonces los camiones recolectores los dejan así. Mucha gente lleva la basura, ve que está lleno, y entonces la tira afuera.

Y así, los vecinos van sufriendo… hasta los gusanos penetran en las casas, y hay peligro de ratas, plagas, epidemias, malos olores, falta de ornato, obstrucción al tránsito, más el desorden que hacen los perros. Yo fui testigo del tiempo que se duró tratando de vaciar un contenedor lleno de troncos porque no salían y entonces hubo que forzarlo y darle tantos golpes que los maltrataron afectando su vida útil.

En el caso de los que tengo cerca, una vez los vecinos, cansados de esa situación, los quitaron (no sé dónde los llevaron) pero el Ayuntamiento de Santo Domingo Este volvió a colocarlos.

Incluso contiguo a estos contendores hay un negocio de comida, un colmado y una iglesia. Y he aquí una preocupación que me surge: ¿los vecinos de los contenedores no tenemos derecho a tener un entorno higiénico? Si no hay forma de controlar el buen uso ¿debe el Ayuntamiento colocarlos de todos modos?

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