Brisas

Brisas

Tenía planeado hablar de los hermosos conciertos navideños que hicieron  Danny  Rivera, en la parroquia Santa Cecilia; el tradicional de la Catedral, que bajo la dirección  de José Delmonte, se hace todos los años el 25 de diciembre, y el que ofreció José Rafael Vargas, para la gente de su pueblo, Moca, en la iglesia Sagrado Corazón de allí.

Sin embargo, voy a referirme a un trágico suceso que ocurrió frente a mi residencia, cuando apenas no tenía tres horas de haber iniciado el año. Todavía alguna gente estaba en la calle celebrando.

Originalmente fue un atraco a un abogado que vive cercano a mi residencia,  a quien despojaron de una pistola, pero al intervenir un vecino se produjo la muerte de éste de manos de los delincuentes, quienes huyeron.

Además, una joven fue herida en una pierna y hubo que hacerle una cirugía para extraerle la bala y el vecino de la casa de al lado también fue levemente herido  en una mano con una bala que impactó la vivienda.

La verja de mi casa amaneció también con algunos impactos de bala, pero  gracias a Dios,  en lo que  lo que respecta al caso,  no pasó de ahí.

Pero no deja de ser desalentador empezar el año de esa manera.  Juan José Cepeda, el vecino muerto, era muy querido, trabajaba como chofer de un fiscal que vive frente a mi casa y en su buena fe quiso intervenir en el atraco estando desarmado, con las consecuencias fatales que ya  conocemos.  Él era muy solidario. Su madre Teresa está inconsolable y los vecinos estamos consternados. Este hecho ocurrido apenas había entrado el año constituye una advertencia  de cómo está operando la delincuencia en este país y lo desprotegidos que estamos.  Creo que debemos hacer algo, pero ¿qué podemos hacer? Ojalá que esta muerte no quede impune como muchas otras que han ocurrido en circunstancias similares.

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