Brisas. En el cumpleaños de Xiomarita

Brisas. En el cumpleaños de Xiomarita

Ayer cumplió años Xiomarita Pérez y aprovechando esta conmemoración, me gustaría hablar un poco de nuestra amistad. La verdad es que muchas personas se sorprenden de que dos personas de temperamentos tan distintos puedan ser amigas. Pero lo somos, nos queremos y respetamos.

La verdad es que no recuerdo bien si la conocí cuando yo trabajaba en el Hoy y ella en El Sol hace par de décadas; o si fue antes, en la UASD, donde ambas laborábamos y éramos estudiantes de la carrera. Lo que sí es que nuestra amistad se acentuó por ser ella hermana de Ramonita, una persona a la que yo le tenía un gran cariño.

Una vez que yo estaba interna y a raíz de una huelga general que había, el médico que debía atenderme estaba acuartelado porque era militar, ella hizo un escándalo porque esperando que él apareciera no se me habían practicado estudios ni aplicado tratamiento. Enterado el galeno de sus pronunciamientos dijo que no me iba a atender; entonces el personal de la clínica me pidió que yo bajara la guardia porque ningún otro médico de allí, por solidaridad con él, me atendería. Hube de hacerlo, pero tengo que reconocer que inmediatamente ella habló hubo otra atención.

Y es que Xiomarita es un ser sumamente solidario; me lo ha demostrado con creces. Si la necesito siempre está lista para servirme. Y algo fuera de todo cuestionamiento, y que admiro sobre todas las cosas, es su rol de madre.

Muchas veces yo no estoy de acuerdo con sus puntos de vista y se lo digo; igual ella con los míos; discutimos ocasionalmente; pero sé que puedo contar con ella. En algo que no nos ponemos de acuerdo es en que ella es extremadamente sincera y dice lo que piensa aunque no le guste a la otra persona; yo soy un poco más sutil y si puedo, evito ofender.

Otra de las cosas en que diferimos es su rapidez para tomar decisiones; ella afirma que a pesar de la rapidez no hace las cosas festinadamente.

La verdad es que me siento honrada de ser amiga de Xiomarita, la acepto como es, lo mismo que ella a mí y no tiene que cumplir años para desearle salud, prosperidad y todo lo bueno que Dios quiere para sus hijos porque ella es una hija amada del Señor.

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