Brisas. Ética en las redes

Brisas. Ética en las redes

El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua nos da varias definiciones de la palabra ética. Para los fines de esta columna me quedo con dos de ellas, la primera dice que es lo “recto, conforme a la moral” y la otra es “conjunto de normas que rigen la conducta humana”.

Traigo el tema a colación porque con la expansión que tienen las redes sociales debemos utilizarlas para edificar lo más posible y ser cuidadosos con las cosas que publicamos muchas de las cuales podrían estar reñidas con los principios éticos. No voy a hablar de quienes se dedican a intervenir páginas, portales, correos, etc., los hackers, y a inyectar virus, porque se trata de personas, a mi juicio, delincuentes en el sentido estricto de la palabra; más bien me voy a referir a lo cotidiano, a lo que usted y yo ponemos habitualmente.

Faltamos a la ética cuando nos expresamos de forma vulgar e insertamos textos y vídeos pornográficos, que en nada contribuyen con la educación y las buenas costumbres. Muchas veces escandalizamos con ese material. Asimismo, cuando reproducimos imágenes de otras personas en situaciones especiales, como niños maltratados o en condiciones de extrema pobreza y muchas veces lo hacemos con buenas intenciones, pero se viola su privacidad, sus derechos. Incluso, muchas fotos de reparto de cosas son humillantes para los beneficiarios.

No debemos utilizar las redes sociales para enviar insultos a otra persona, o para difundir lo que solamente nos concierne a nosotros.

Critiqué y sigo criticando, porque todavía lo veo en las redes y en periódicos, la foto de la abogada Languasco con su asesino, en una actitud aparente de intimidad.

Podría seguir enumerando, pero quiero también referirme a la estética, ligada muchas veces a lo primero.

Es de mal gusto, por ejemplo, poner la fotografía mía en un hospital cuando estoy siendo hidratada, o me están inyectando, o estoy interna. O poner imágenes de cadáveres, o de muertos trágicamente con toda su crudeza. Y en esto incurren muchas veces los comunicadores. Pero, igual es de mal gusto, escribir con faltas de ortografías y es que debemos usar las redes para para edificar y educar en todos los sentidos.

 

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