Cuando de literatura se trata, no me gusta ganar mención de honor porque nunca esa distinción conlleva dinero y el trabajo queda descalificado para participar en otros certámenes.
No sucede lo mismo cuando se trata de un premio periodístico, ya que una mención especial, o de honor, puede tener alguna dotación económica, y como son publicaciones enmarcadas en un lapso de tiempo y sujetas a ciertos criterios en cuanto al género, casi nunca vas a querer someter ese trabajo a otro concurso.
Por eso me alegró mucho cuando mi trabajo “Los tesoros del arte taíno: una exposición para explorar el pasado” ganó una mención de honor en el renglón Reportaje, en la cuarta versión del Premio Nacional a la Crónica Social, que organiza la Asociación Dominicana de Cronistas Sociales, a la que pertenezco.
Recibí ese galardón con la misma alegría del año pasado cuando en el renglón reportaje obtuve la máxima distinción “El arte del adiós”, que versó acerca de una exposición de pinturas y dibujos de niños que murieron de cáncer, organizada por la Fundación Amigos contra el cáncer infantil (FACCI).
Aunque no niego que ese galardón fue para mí especial, pues se trató de que era la primera vez que participaba en un concurso periodístico y por el tema que abordaba, que aunque no quieras, toca tu corazón.
Con respecto a la premiación de este año, me sentí muy regocijada con las colegas que fueron ganadoras en las respectivas categorías y con las menciones de honor que hubo en cada una, incluyendo la mía.
Mi compañera Caroll Mueses, así como María Isabel Matos y María Mercedes fueron las grandes ganadoras en las categorías Crónica, Reportaje y Entrevistas. A ellas extiendo mis felicitaciones y el deseo de que continúen enrumbándose por el camino del éxito.
Y, claro, mis parabienes también a las compañeras cuyos trabajos merecieron mención de honor: Ivelisse Villegas, Yohanna Hilario, Viena Divaluna, Giselle Castro y Wanda Sánchez
Fueron muy merecidos el homenaje póstumo a doña Pía Rodríguez de Goris, así como el premio a Miguel Franjul, en la categoría de pionero en la crónica Social, y el Gran Premio a la Trayectoria que recayó en Lady Reyes.
Solo me resta desear que estas distinciones sean un motivo para superarnos más.