Estaba leyendo acerca de la expresión “Tirar la toalla” y encontré que tiene su origen en el mundo pugilístico. Dice que cuando el entrenador o preparador de un boxeador ve que éste está al límite de su resistencia y no se encuentra en condiciones físicas de continuar tiene la opción de arrojar una toalla al aire (que debe caer dentro del cuadrilátero) como símbolo de rendición y finalización del combate para evitar daños mayores o irreparables.
También explica que primero lo que se tiraba era una esponja con la que se refrescaba al boxeador, pero más tarde se optó por la toalla al ser ésta más fácilmente visible.
Yo sé que en estos momentos muchos dominicanos hemos querido “tirar la toalla” ante tantos acontecimientos que nos roban la tranquilidad.
Por un lado, hemos vivido días de mucha tristeza con las muertes trágicas de tantas jóvenes a manos de quienes estaban llamados a protegerlas. Y lo que más ha conmocionado es el caso de Emely y la criatura que llevaba en el vientre, ya con más de cinco meses de formada.
La clase periodística ha llorado en los últimos meses a varios de sus miembros, siendo el caso más reciente el de Leo Hernández, un comunicador con una hoja de vida cargada de realizaciones positivas. Por demás, era el esposo de mi compañera y amiga Margarita Quiroz, la editora de estas páginas.
Estando en la funeraria dándole apoyo a mi amiga, me entero de la muerte de Pura Emeterio Rondón, una pluma brillante de nuestra literatura, a quien admiraba y por quien profesaba gran afecto.
Y, sin dejar de lado las penas por estas pérdidas, tenemos que hacer los aprestos para esperar el huracán Irma, que tiene los pronósticos más desalentadores para el área del Caribe, incluyendo, por supuesto, nuestra isla.
Pero no, no vamos a tirar la toalla. Hay que enfrentar estas situaciones con actitud positiva. Creo que como país debemos ver qué vamos a hacer para que esas muertes violentas no se sigan produciendo; es hora de que diversos actores se sienten a la mesa del diálogo para elaborar un plan que lleve a su mínima expresión estas tragedias.
Como país vulnerable a los huracanes, y ante la eminencia de Irma, debemos tomar las debidas precauciones y hacer caso a las orientaciones de las oficinas calificadas, como Meteorología y el COE, para que solamente cause los daños que son inevitables.