La mayoría de los escolares de la educación básica y media está de vacaciones.

Ya concluyeron las Pruebas Nacionales para los alumnos del bachillerato y también fueron publicadas las calificaciones. Me refiero, claro está, a los que fueron a la primera convocatoria.

Precisamente este lunes fui a la Oficina de Pruebas Nacionales del Ministerio de Educación y había una cantidad enorme de personas solicitando certificaciones porque era el último día para aplicar a becas para las universidades otorgadas por el Ministerio de Educación Superior.

Me parece que debe haber un margen más de tiempo para eso, dado que las notas recién fueron publicadas, y una coordinación entre los dos ministerios y las universidades, de manera que los estudiantes no resulten perjudicados.

Otra cosa, la gente está muy apretujada en esa oficina, que además se ocupa de las legalizaciones. No hay para donde moverse e incluso hay mucha bulla lo que impide que a veces no oigas cuando te llaman.

Por eso quizás mucha gente criticó que se hiciera una inversión tan cuantiosa en el módulo de la Feria del Libro, mientras otras instancias se desenvuelven con tantas precariedades. Aún así, el servicio se puede calificar de eficiente.

Volviendo a las vacaciones, los alumnos que reprobaron materias, tanto regulares como de pruebas nacionales, tienen poco tiempo para descansar y disfrutar, porque lo que se impone es el reforzamiento para los nuevos exámenes y ahora las vacaciones son más cortas.

Los padres ya están preparándose para el gasto del nuevo año escolar, por suerte, la tanda extendida incluye la docencia, los textos, el almuerzo y merienda gratis.

Es poco el tiempo para los centros educativos que tienen que reportar notas a los distritos, hacer graduaciones, reparar los planteles, renovar mobiliarios y planificar el nuevo año en base a los lineamientos del Ministerio de Educación.