Quiero hacerme eco de este correo que recibí. Dice así: Increíble, pero pasó en República Dominicana.
El sábado 1º de septiembre viajaba sola de San Francisco de Macorís a Santo Domingo y al llegar a la Loma de Miranda, a las 2:45 p.m. (esto es después del cruce de Controbas) se me desinfló un neumático, entré en pánico porque estaba en una curva despoblada y aislada. Pensé llamar a la policía de carreteras, pero no tenía el número; llamé a unos números que me dio mi segundo hijo, sin éxito.
Entonces oré a Dios por protección y salí del vehículo a cambiar el neumático o pedir ayuda. Pedí ayuda a un señor mayor que pasaba en un viejo motor y se dispuso a auxiliarme, entonces, en menos de dos minutos, apareció de la nada una camioneta blanca, rotulada con letras amarillas con esta inscripción: Asistencia en Carreteras, unidad 22; se desmontaron de ella tres hombres preguntando si necesitábamos ayuda, se me nublaron los ojos de lágrimas y les contesté positivamente.
Acto seguido cambiaron el neumático, para agradecerles busqué mi cartera y al extenderle unos billetes para que compraran algo (como es costumbre en nuestro país), se sonrieron y uno de ellos me dijo: Señora, no es necesario, nuestro trabajo es asistirle y protegerle, y por ello recibimos un salario que usted cubre cuando paga sus impuestos; insistí en que aceptaran la gratificación porque estoy profundamente agradecida y me dijeron: si realmente quiere hacer por nosotros, por favor comuníquele a sus amigos y familiares el servicio que ofrecemos y el número de teléfono para que puedan contactarnos que es *788.
Me quedé estupefacta y me dije: está renaciendo la honestidad. Esto no parece creíble en nuestro país, donde el valor de los seres humanos se mide por lo que tiene y el que no se la busca es un tonto con P.
Le pedí los nombres a esos guardianes que me mandó el Señor, y aquí los transcribo: Gabino Díaz, Domingo Paulino y Alexander López, para mí son ejemplo de lo que debe ser el servidor público. Felicitaciones a ellos y al Ministerio de Interior y Policía por este necesario servicio.
Raquel Castellanos.