He seguido de cerca la controversia originada por la próxima actuación en Cuba, específicamente el 20 de septiembre en la Plaza de la Revolución, del cantante colombiano Juan Esteban Aristizábal, mejor conocido como Juanes.
Una gran parte del exilio cubano radicado en Miami considera que es completamente incorrecto ir a Cuba a ofrecer un concierto porque le da legitimidad al régimen y se les hace un favor a los hermanos Castro, Fidel y Raúl.
Sin embargo, otros artistas de renombre, como Luis Fonsi, Enrique Iglesias, Carlos Vives, Miguel Bosé, Juan Fernando Velasco y hasta nuestro propio Sergio Vargas, han dado su respaldo y se unirán a la actividad artística que lleva como nombre Paz sin fronteras.
Junto a ellos estarán también los cubanos Amaury Pérez, Silvio Rodríguez, Juan Formell y su orquesta de salsa Los Van Van.
El afamado tenor Plácido Domingo ha manifestado también su respaldo y ha calificado de positiva la acción de Juanes.
Considero que hay buscar lo que el dijo el papa Juan Pablo II cuando visitó ese hermano país: Qué Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba. Hay que entender que el arte, la literatura, los deportes y las ciencias son universales y que deben servir de vehículo de unión entre la humanidad.
Si continuamos con esa actitud de rechazo no vamos a tener nunca una verdadera paz entre las naciones.
No simpatizo con ningún régimen de fuerza, pero creo que los tiempos han cambiado, que ahora mismo hay un poco de más de apertura desde y hacia Cuba y que el concierto de Juanes aporta, en vez de afectar negativamente esa actitud. Que los del exilio cubano, entre ellos destacados artistas, dejen de calificar de político este concierto de un artista que se ha dedicado a trabajar a favor de las causas sociales. Que se haga la prueba a favor de la paz.