ROSA FRANCIA ESQUEA
La creación de la provincia Santo Domingo y su deslinde del l Distrito Nacional han dejado en mí, no sé si en otras personas, algunas inquietudes.
Por ejemplo, si mañana se celebra el aniversario de la fundación de la ciudad, parecería una paradoja que lo que lleva el nombre de Santo Domingo no es precisamente lo que originalmente se llamó así, que incluye una parte de la Zona Colonial y, con la nueva ley, pertenece al Distrito Nacional.
Todas las provincias del país tienen sus capitales, o municipio cabecera, pero creo que en el caso que nos ocupa eso no quedó definido aunque, por lógica, se debe presumir que es la Zona Oriental por estar ahí la sede de la Gobernación. Igualmente, la Senadora es de esa jurisdicción.
En la gran mayoría de las manchetas de documentos, aun en los oficiales, en vez de Distrito Nacional dice Santo Domingo, lo que quiere decir que todavía no hemos asimilado que son demarcaciones geográficas diferentes.
Internacionalmente todavía prima el nombre de Santo Domingo y eso se evidencia en los envíos de documentos, en los embarques, vuelos, etc.
No sé si quienes elaboraron la ley que crea la nueva provincia tomaron en cuenta esos detalles, pero es evidente que no se pensó en hacer una campaña de concientización nacional e internacional al respecto.
Pasarán muchos años antes de que todos estemos edificados con respecto a que el Distrito Nacional es la capital del país y no Santo Domingo. Creo, asimismo, que son pocos los países cuya división territorial sea en provincias que su capital no sea una de ellas. Por lo menos yo no conozco ningún caso.