Brisas
Cuaresma, un tiempo de  conversión

<STRONG>Brisas</STRONG><BR>Cuaresma, un tiempo de  conversión

Entramos ya a la cuarta semana del tiempo cuaresmal,  con maravillosas lecturas bíblicas que nos hablan del perdón, de la misericordia del Señor y de la necesidad de la conversión.

Los cristianos debemos aprovechar esta época para buscar más de Dios y  para ayudar a nuestros semejantes. Oración, ayuno, reconciliación y penitencia son algunas de las exigencias en las cuales hacemos énfasis en la Cuaresma. Claro, no todos guardamos el fervor y la religiosidad debida.

En días pasados recibí del amigo Telésforo Isaac, obispo de la iglesia episcopal y a quien le tengo gran afecto y respeto,  un artículo titulado  “Cuaresma ¿Conmemoración cristiana en decadencia?”  Y al respecto decía: “Siempre hubo un número apreciable de fieles que con gran fervor tomó con seriedad esta época para hacer ejercicios espirituales y prepararse para la celebración de la Pascua de la Resurrección”.

 “Un número considerable actúa totalmente indiferente o antagónico a las expectativas, disciplina, rigor eclesiástico o ritual litúrgico; pero hay devotos que se mantienen fieles a la fe y a la práctica de la Iglesia tradicional”.

Y proseguía: “La Cuaresma es un tiempo cuando todo cristiano debe hacer un examen de conciencia de sí mismo. Es un tiempo para ponderar nuestra pequeñez ante la omnipresencia de Dios y nuestra debilidad ante su gran poder.

Estos cuarenta días y la Semana Santa deben ser aprovechados para hacer decisiones positivas y acciones pertinentes para auspiciar ayuda a los desvalidos y llevar consuelo a los descorazonados.

 No se deben limitar las oraciones, ayunos y ejercicios espirituales al círculo de las comunidades de fe. Los fieles devotos no deben enclaustrarse en las paredes de los templos o encumbrarse como en el Monte de la Transfiguración. Hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para que otros tengan conocimiento del porqué los devotos cristianos apartan un tiempo del año para dedicarlo con especial atención al examen del alma, a la meditación y la penitencia”.

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