Ayer  fue el Día Mundial del Medio Ambiente y se dejaron oír voces que claman porque hagamos del nuestro un planeta habitable.

El 2010  ha sido declarado por las Naciones Unidas como el Año de la Biodiversidad y en consecuencia la conmemoración de ayer viene a reforzar los planteamientos que se han hecho desde diferentes foros para cuidar la naturaleza.

Ahora mismo observamos con preocupación que  desde hace más de un mes se  produjo una explosión que ha causado la muerte de once personas y  un derramamiento de petróleo en el Golfo de México;  por esa situación se vierten más de 12 mil barriles de crudo por día en el Golfo de México.

Este hecho  ha sido calificado como el peor  desastre ecológico de Estados Unidos.

Hasta el momento han sido infructuosos los intentos que la empresa responsable,  British Petroleum (BP) ha hecho para contenerlo,  lo  que constituye una amenaza para regiones vecinas, además de que ha afectado la vida de más de 140 mil especies marinas, entre ellas delfines,  ballenas y  mariscos, además de las  aves migratorias.

También afecta la vida de los seres humanos, como el turismo  y la economía de los pueblos cercanos. Y, claro, es un desperdicio del crudo tan necesario para  los pueblos.

Necesitamos hacer conciencia acerca de la necesidad que todos tenemos de cuidar el medio ambiente y a los  niños  y niñas; desde lo más temprano posible hay que irlos concientizando acerca de esta realidad y familiarizándolos con la terminología de moda: efecto invernadero, cambio climático, agujero de la capa de ozono, reciclaje, calentamiento global y otros.

Por el bien de las futuras y presentes generaciones ¡cuidemos el medio ambiente!